Hace un año Chris Hodges, un profesor del sur de Gales, se unió a un club de adelgazamiento. Este profesor aún se tiene que pellizcar para creerse que desde entonces haya perdido 127 kilos. Para lograrlo ha perdido, de media, tres kilos a la semana. “Estoy impresionado de lo que he conseguido”, reconoce.
Según recoge el ‘Mirror’, Chris Hodges comenzó a coger peso cuando perdió a su madre, a la que estaba muy unido. “Yo solía salir y socializar, pero debido a mi peso dejé de hacerlo y solo me sentaba en casa. Empecé a comer porciones muy grande de comida y poco a poco mi peso fue aumentando”, ha reconocido.
El punto de inflexión llegó cuando su hermana le dijo que sus sobrinos habían crecido sin su abuela y que no quería que su tío tampoco les viese crecer. “Esas palabras me golpearon”, ha afirmado. A partir de ese momento se unió al club de adelgazamiento y comenzó a comer porciones más pequeñas así como una cantidad menor de comida procesada. Y ha confesado que ese es el único secreto.