El truco, según los científicos, está en evitar los alimentos ricos en sodio y potasio, como las anchoas, las aceitunas, el beicon, el salami, el salmón ahumado, las gambas, el arroz, el queso azul, las patatas, el pan o la pasta.
En cambio, serían recomendables las comidas ricas en calcio y magnesio.
Algunos alimentos que contienen grandes cantidades de calcio son el yogur, el queso, las espinacas, el tofu, el brécol o las naranjas. Las nueces de brasil, los cereales y las judías son ricas en magnesio.
Los especialistas de la universidad de Maastricht en Holanda aseguran que la dieta del padre no afectaría al sexo del bebé.
Si las futuras madres quieren una niña, los científicos recomiendan además tener relaciones sexuales de manera habitual, pero no los días inmediatamente anteriores o posteriores a la ovulación.
Según publica Daily Mail, las conclusiones sacadas en un estudio de cinco años, en el que la muestra eran 172 mujeres del oeste de Europa, entre los 23 y los 42 años. Todas estas mujeres habían dado a luz a niños anteriormente, en uno de los casos a cuatro varones, y querían tener niñas.
Los médicos les aconsejaron que dejasen la sal, y tomasen una dieta basada en verduras, fruta, carne y arroz.
Aunque muchas de las mujeres abandonaron el muestreo ya que no siguieron la dieta de forma constante, ni las pautas sobre las relaciones sexuales, 21 de ellas continuaron el experimento hasta el final.
De las 21, 16 dieron a luz niñas, un asombroso 80%.
"El resultado muestra que tanto el método de la dieta como el de la elección del momento de las relaciones, aumentan las posibilidades de tener una niña, siendo más importante la dieta", comenta el portavoz de los científicos implicados en la investigación.