El acusado Juan Manuel B., que sufría un trastorno esquizofrénico desde 2006, ha dicho durante el juicio que se ha celebrado este miércoles en la Audiencia de Barcelona que se siente "arrepentido" y que quiere mucho a sus hermanos y a su familia.
La fiscal, que solicitaba inicialmente cuatro años de cárcel y siete más de internamiento psiquiátrico por un delito de lesiones y un homicidio en grado de tentativa, ha considerado que se le debe aplicar "eximente completa" por enajenación mental, por lo que cree que no es responsable de ello y debe ingresar en un centro psiquiátrico.
El suceso ocurrió cuando el acusado --hacía tres años que no se medicaba por la enfermedad-- se discutió con su madre y la apuñaló en el hombro izquierdo con un cuchillo de cocina de 11 centímetros de hoja que se rompió con el impacto, de manera que la punta del arma quedó clavada en el cuerpo de la mujer.
BUENA RELACIÓN CON LOS PADRES
Al oír los gritos, el padre la quiso auxiliar, pero el chico le golpeó la cabeza y el pecho, y llegó a asestarle el cuchillo en la nuca y la espalda hasta cuatro veces, si bien ni el padre ni la madre reclaman indemnización alguna.
De hecho, como ha manifestado el psiquiatra del acusado ante el juez, durante los 14 meses que ha estado en prisión preventiva la relación familiar "no se parece en nada a la de antes", apuntando que los padres le visitan muy a menudo.
El psiquiatra ha sugerido que lo óptimo para el procesado --lleva 14 meses en prisión preventiva-- es que continúe dos años en la cárcel y que a partir de ese momento se produzca una "externación" con salidas programadas y permisos controlados para que se pueda reinsertar socialmente sin pasar directamente a un régimen abierto.
Dada la "cierta peligrosidad" del encausado, la Fiscalía ha considerado que la precisión de los años que debe cumplir en prisión o en régimen abierto se precise mientras se ejecute la sentencia según la evolución de Juan Manuel B.
Así ha dado respuesta al reclamo de la abogada defensora, quien ha pedido que se fijara el límite en la sentencia para evitar problemas posteriores, apostando por que el internamiento psiquiátrico sea tan sólo de dos años ya que, en caso contrario, "podría perjudicar la enfermedad".