Entre el 15 y 20% de los accidentes están relacionados con el estrés

AGENCIA EFE 01/04/2009 11:46

Estos son algunos de los datos que ha ofrecido el presidente de la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL), Luis Montoro, al presentar la campaña, realizada junto a Aumar-Abertis y con el patrocinio de Pompadour, que lleva el lema "Mantenga la calma. El estrés le estrella".

La campaña tiene como objetivo concienciar y prevenir sobre los riesgos que conlleva conducir en situaciones de estrés, que en muchas ocasiones aparecen asociadas a la fatiga, el sueño, la agresividad al volante, la distracción, el consumo de alcohol o psicotrópicos y el uso del teléfono móvil.

Los expertos en seguridad vial se han centrado en esta cuestión al comprobar que este fenómeno, que origina reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves, lo sufren numerosos conductores, especialmente los profesionales, ya que el 43 por ciento de los trabajadores del sector del transporte declara que padece estrés siempre o de forma frecuente.

Montoro atribuye este alto porcentaje al tráfico en sí y a la presión del tiempo que sufren estos trabajadores.

Las personas estresadas se vuelven más competitivas al volante, aceptan niveles de riesgo más elevados y mayores velocidades, según el catedrático de Seguridad Vial, que incide en que en este tipo de situaciones se produce una mayor trasgresión de las normas e incluso un menor respeto de las distancias de seguridad.

Y hay que tener en cuenta que el 42 por ciento de los accidentes son por alcances, es decir golpes traseros.

Para paliar los síntomas de estrés en la conducción, Montoro recomienda a los conductores que usen ropas holgadas, que ventilen el vehículo, ya que el calor puede duplicar el tiempo de reacción del conductor, que pongan la radio para evadirse de los problemas que le afectan y que eviten hacer otras tareas además de conducir.

También les aconseja no mirar constantemente al reloj cuando estén en un atasco, no fijarse una hora de llegada y evitar algunos comportamientos, como tocar el claxón o realizar gestos hostiles a los ocupantes de otros vehículos o peatones porque genera más estrés.

Pero, sobre todo, según Montoro, es importante vivir de forma sosegada porque un estudio señala que los que "andan deprisa, comen deprisa, hablan deprisa, hacen el amor deprisa y conducen también más deprisa".

No obstante, a pesar de los aspectos negativos del estrés en relación con la seguridad vial, éste no siempre es perjudicial: si es moderado y está controlado puede ayudar al conductor a mantenerse activado y en alerta y así potenciar su capacidad de respuesta.

Es el estrés traumático el que debe preocupar a los conductores, el que hace que se tengan problemas de concentración, se olviden algunas cosas, aparezca la irritabilidad, el insomnio, los problemas digestivos y una fatiga mayor de la normal.

A cada persona le puede repercutir de una forma u otra, pero hay que subrayar que según un reciente estudio de la UE en España el 84 por ciento de las personas reconocen que han tenido una situación de estrés grave o extrema.

Otro estudio, según el catedrático, indica que el 28 por ciento de los españoles reconoce que habitualmente padece estrés y que las bajas por esta enfermedad representan entre el 20 y el 40 por ciento.

Otros indicadores externos sobre esta enfermedad, que influye a la hora de conducir, son el consumo de ansiolíticos y antidepresivos: el año pasado se consumieron cien millones de cajas de estos fármacos, que supusieron un coste directo de unos 1.200 millones de euros, y el 70 por ciento de estos consumidores reconocen que manejan un vehículo.