Después de beber durante 12 horas, William Upton, golpeó a un entrenador deportivo llamado Adam Rogers cuando intentó evitar una pelea durante una noche de fiesta. Upton estrelló la cabeza de Rogers sobre la acera lo que le provocó heridas graves que le condujeron a la muerte 12 horas más tarde, cuando se desconectó la máquina que le mantenía con vida, según informa Dailymail.com.
Cuando un amigo preguntó a William si había tumbado al entrenador de un solo golpe, respondió: "¡Madera!" Upton ha sido condenado a cuatro años de cárcel tras ser encontrado culpable de homicidio involuntario.
El juez Stuart Baker arremetió contra la cultura del abuso de alcohol entre los adolescentes que ha asolado el centro de las ciudades de Gran Bretaña."Violencia como esta crea una percepción en las mentes de las personas decentes de que los centros de las ciudades son amenazadores y peligrosos especialmente de noche", ha indicado.
"Su violencia es alimentada por el consumo excesivo que a la edad de 16 años no debería haber estado consumiendo en absoluto", añade.
"Este caso es uno de los numerosos casos preocupantes en los que la gente joven que bebe hasta el punto en el que acaban totalmente ebrios, reaccionan ante una queja recibido o insultan con violencia como primer recurso", explica.
"No buscaba problemas con nadie. Su muerte ha causado una pena inconsolable e incalculable a su familia y amigos. Ningún castigo que yo pueda imponer reparará el daño que has hecho", indica el juez.