"Tengo una relación con ella desde el año pasado. Nuestra relación era para casarnos y tener una familia. Su marido lo supo más tarde, ella quiso echarle de casa. Yo denuncié a su marido porque intentó atropellarme y Ana estaba con él. Quedábamos para vernos. Yo le tiraba piedras a la ventana, siempre lo hacíamos así. Hace dos semanas que ella no tiene teléfono. Su marido se lo quitó porque la pegaba y no quería que hablase con nadie".
Son algunas de las declaraciones en los juzgados de Sant Feliu de Guíxols desveladas por El Programa de Verano del presunto agresor enviado a prisión provisional sin fianza por rociar con ácido a Ana Mari y su hija de cinco años. Ana Mari, que ha perdido la visión de un ojo tiene miedo y cuenta otra versión. Que el agresor fue a su casa con una bolsa de cuchillos y con la sosa porque dijo que la iba a quemar viva.
Este jueves también se ha conocido que la cuidadora de la menor también fue agredida con sosa cáustica. Las declaraciones de las víctimas y de los testigos de los hechos, coinciden sin embargo en que el detenido forzó a entrar a la mujer en el portal y agarró fuertemente a madre e hija. Él, sin embargo, defiende que todo fue un accidente en el que también implicó a la cuidadora del menor y que él también salió herido.