Andalucía alaba la actuación de la Fiscalía en casos de agresiones a profesores

EUROPA PRESS 26/08/2011 14:10

El consejero de Educación de la Junta de Andalucía, Francisco Álvarez de la Chica, ha alabado este viernes la actuación "impecable" y "ejemplar" de la Fiscalía en los casos de agresiones a profesores, después de que haya ingresado en la prisión de Albolote (Granada) la primera mujer condenada a cárcel por atentar contra un docente.

En declaraciones a los periodistas en Granada, el consejero ha considerado que la condena a tres años de prisión a la mujer, que agredió el pasado 18 de noviembre de 2010 a la maestra de su hijo tras enterarse de que el niño no había podido comerse su bocadillo durante el recreo, es "el resultado final" en el ámbito de la justicia de "una conducta que es reprobada de forma inequívoca y masiva por la sociedad".

"Se pone en sintonía el nivel de reprobación de la sociedad a una agresión hacia un servidor público de la importancia y el valor de un maestro y el poder judicial", ha incidido De la Chica, para quien la condena, que ya se conoció hace unos meses, supone "un salto cualitativo" que ayudará a la ciudadanía a condenar este tipo de agresiones.

Según ha recordado, la Consejería que dirige ya firmó con la Fiscalía Superior y con todos los fiscales de Andalucía un protocolo para que las agresiones a docentes fueran consideradas como delitos de atentado a una autoridad pública. "El trabajo de la Fiscalía demuestra que con el ordenamiento jurídico se puede proteger a los profesores. Nada hay peor que la violencia en una sociedad democrática, y en el ámbito educativo es doblemente intolerable".

La penada cumplirá condena de tres años en la cárcel de Albolote, donde ingresó el pasado 13 de agosto, después de ser trasladada al penal por efectivos de la Guardia Civil que pasaron tres días buscándola hasta que dieron con su paradero en el municipio de Fuente Vaqueros, según publica este viernes el diario 'Ideal' de Granada.

LA SENTENCIA

La sentencia, del Juzgado de lo Penal 1 de Granada, condenaba a una pena de tres años de prisión a la mujer, Estefanía C.F., de 23 años, a la que se le atribuyó un delito de atentado, por el que además ya había sido condenada en otra ocasión anterior, y una falta de lesiones, por la que tendría que hacer frente además al pago de una multa. Asimismo, imponía para la madre el pago de una indemnización a su víctima de un total de 300 euros por los daños morales ocasionados.

Los hechos se produjeron poco antes de las 14,00 horas del pasado 18 de noviembre, cuando la condenada se presentó en el colegio público Federico García Lorca de Fuente Vaqueros, dirigiéndose al aula de su hijo, en la que entró "violentamente". La mujer se encontró en la clase, en la que a esa hora había una veintena de alumnos de 5 años, con dos profesoras, a las que preguntó cuál de ellas había dejado sin merienda a su hijo.

Según se declaraba probado en el fallo, al responder una de las maestras que había sido ella, la mujer "la cogió del pelo, le propinó un empujón y la lanzó contra la pizarra". A consecuencia de la agresión, que presenciaron los niños, la docente sufrió además un ataque de ansiedad.

El juez consideró que la conducta de la agresora fue "de un grado de gravedad extrema", no precisamente por el resultado, "que ciertamente no fue tan grave", sino "por la forma y el contexto en el que se llevó a cabo la acometida". Por la forma, porque la acusada irrumpió en el aula con "violencia" imponiéndose "a las propias labores de control y policía que tiene todo docente en su aula" y mostrando "el grado de educación y civismo más bajo que podía mostrar".

Entendía el magistrado que si la mujer tenía intención de pedir explicaciones a la profesora por el motivo de dejar sin bocadillo a su hijo, "cualquier persona normal puede juzgar que el modo en que lo hizo" fue "absolutamente desproporcionado e inapropiado".

Por ello, la "gravedad" derivaba de haber llevado a cabo su acción en presencia de niños de cinco años, incluido su hijo, "que empiezan a interiorizar las normas de convivencia" y a los que resulta, señalaba el juez, "gravemente perjudicial" para su educación observar la imposición violenta y agresiva, además "de que es fácilmente imaginable" que la experiencia sea para ellos "traumática".