Diez años sin María Teresa

INFORMATIVOS TELECINCO / AGENCIAS 18/08/2010 10:42

"No descansaremos hasta que sepamos qué le ocurrió y dónde está nuestra hija", aseguran los padres de María Teresa. La familia, que se ha marchado estos días a un cortijo que tienen cerca de Motril, continúan viviendo una tragedia incrementada por la incertidumbre de no saber qué pasó.

Tanto Teresa como Antonio agradecen a la Policía que pese al tiempo transcurrido continúen investigando, aunque en la actualidad se sabe prácticamente lo mismo que el día de la desaparición. Cada semana, estos padres se dan una vuelta por la comisaría para saber si existe alguna novedad. Lo peor para ellos es levantarse cada día y ver que su hija "no está".

Intenta por todos los medios localizar a una persona que, de forma anónima, envió una carta el pasado año en la que, con recortes de periódicos, facilitaba algunos datos sobre cómo pudo ocurrir todo. Recientemente se podría haber avanzado algo en la investigación, aunque desde la brigada de la Policía Judicial no se confirma nada.

No obstante, sí ha trascendido que se ha tomado nuevas declaraciones ha personas relacionadas con el caso. El Juzgado de Instrucción número 5 de Motril lo mantiene bajo secreto sumarial.

María Teresa desapareció el 18 de agosto de 2000, con 18 años, después de que su padre la dejara en la avenida de Andalucía de Motril, en pleno centro de la ciudad, cerca de la parada del autobús. La joven iba a cogerlo para encontrarse con su novio en la playa y allí desplazarse juntos hasta el recinto ferial.

Tony King, sospechoso

La última pista que dejó María Teresa es un mensaje enviado al teléfono móvil del que era su novio para avisar de que llegaría tarde a la cita. Desde un primer momento, los padres de María Teresa descartaron la posibilidad de que se escapara.

Se llegó a sospechar de la implicación de Tony Alexander King, condenado por las muertes de las jóvenes malagueñas Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes, ocurridas en 1999 y 2003, respectivamente, y de su amigo Robert Graham, lo que llevó a reabrir por tercera vez el caso.

King llegó a afirmar ante el juez que María Teresa había sido asesinada y que tenía el convencimiento de que había sido Graham. Se reclamó a la Interpol la búsqueda de este para que prestara declaración pero no se ha podido llevar a efecto hasta el momento.

Pese a todo, tanto Antonio como Teresa tienen vivo el recuerdo de su hija y la esperanza de encontrar algo que aclare su paradero. Su madre, Teresa Martín, reconoce que son realistas y están "preparados para cualquier noticia".