El canto a la vida que esconde una mancha azul de un niño muerto

Informativos Telecinco 03/06/2018 14:22

Heather Duckworth ha descrito en su página de Facebook cómo ha influido en su vida una mancha de tinta azul en una alfombra y cómo le recuerda a su hijo, que murió con cáncer a la edad de seis años.

“Recordé cuando estaba limpiando un gran desorden hace muchos años y los recuerdos volvieron a fluir. Recordé que estaba muy cansada, era de madrugada y todo era un desastre. La vida no tenía fin con nuestros trillizos de dos años y su hermano de cuatro. No tenía tiempo para mí y probablemente habían pasado al menos cuatro días desde que me duché por última vez. Mientras preparaba la cena, escuché un ‘oh-oh’ de uno de mis hijos y vi que un bolígrafo explotaba en la mano de uno de los trillizos. El pequeño chilló cuando la tinta azul goteó de su mano y salpicó su pijama limpio. Me quedé sin aliento cuando vi un charco de tinta hundiéndose en la alfombra nueva. Empecé a llorar de frustración, estaba muy cansada y enfadada”, explica en declaraciones recogidas por The Sun.

La madre recuerda que el enfado no tuvo nada que ver con su hijo, sino que se centró en que la alfombra estaba sucia y que sería muy complicado, prácticamente imposible, retirar la mancha azul.

“No estaba enfadada con mi hijo, que era tan azul como un pitufo, pero me enfadé por haber dejado el bolígrafo en un sitio donde mi niño podría alcanzarlo. Solo habíamos vivido en esa casa durante 6 meses y la alfombra ya estaba destrozada”, cuenta Duckworth.

Explica cómo ella y su marido se obcecaron tanto en limpiar la mancha que se olvidaron de los pequeños detalles. “Limpiamos esa mancha durante una hora esa noche, pero seguía allí. Al mes siguiente, mi dulce hijo, el que manchó la alfombra con tinta azul, fue diagnosticado con cáncer. Dos años después, falleció. Mi hijo se había ido, ¿pero esa mancha de tinta azul? Todavía estaba allí y ahora es un recordatorio constante de mi hijo. Me recuerda mi frustración por algo tan trivial como la mancha”, cuenta.

"Esa mancha azul fue un recordatorio constante de que la vida es desordenada, pero eso es lo que hace que valga la pena vivirla. No hay que preocuparse por las cosas pequeñas, las cosas no son importantes pero la gente sí y los accidentes suceden y hay que soltar las cosas pequeñas y aferrarse a lo importante. Tendría un millón de manchas de tinta azul en mi alfombra si eso significaba que puedo pasar un día más con mi hijo. Me sentí muy bien al darme cuenta de que en algún lugar hay una madre sentada junto a su hijo enfermo en un hospital, deseando estar en casa limpiando un desastre que su hijo hizo cuando estaba sano".