Víctima y agresor vivían juntos en una casa en Santa Cruz de Tenerife. Eran tía y sobrino y mantenían una relación sentimental. El cuerpo sin vida de ella fue encontrado en una de las habitaciones con claros signos de violencia. Él estaba inconsciente tras la ingesta de fármacos, tal vez en un intento de suicidio. Ha sido detenido acusado de asesinato.
Los vecinos no dan crédito a lo ocurrido. "Acabar así fueran familia o no es muy fuerte”, admite una vecina. Piden una rápida y eficaz intervención de la Justicia "La justicia tiene que poner más mano dura para que esto no suceda”, dice otra mujer de la zona.
Ella dicen, no fue consciente del riesgo que corría -recibió asistencia por maltrato en 2014 y 2018-. Mientras la sociedad mira a otro lado. Un vecino admite que “el problema es que los vecinos no colaboran, oyen cualquier cosa y todo el mundo tiene miedo”.
A falta de que se resuelva el caso de la joven paraguaya Romina Celeste, cuyo cuerpo aún no ha aparecido, éste es el primer caso mortal de violencia de género en las islas en 2019 y eleva a siete las muertes por violencia machista en lo que va de año.