El asesino confeso ratifica la versión del vertedero y recibe sus cartas

AGENCIA EFE 17/04/2009 10:12

Miguel ha comparecido hoy ante el juez de instrucción 4 de Sevilla para la apertura de las cartas que ha recibido y enviado durante un mes en la cárcel de Morón de la Frontera (Sevilla), que han estado interceptadas por orden judicial.

Abogados personados en la comparecencia han informado a Efe de que el juez ha leído para sí la totalidad de las cartas -unas doce recibidas y tres enviadas por Miguel- y, tras constatar que contienen comunicaciones personales sin interés para la causa, se las ha entregado a su propietario sin notificar su contenido a las partes.

Aprovechando la comparecencia, el abogado del hermano mayor del presunto asesino, Francisco Javier D.M., ha pedido al juez que su cliente sea sometido a un polígrafo o máquina de la verdad para demostrar que no es cierta la imputación de que se quedó "limpiando restos y huellas" en el piso de la calle León XIII de Sevilla donde presuntamente se produjo el asesinato de Marta, el pasado 24 de enero.

Las fuentes han dicho a Efe que, al final de la comparecencia, el juez ha recordado a Miguel que "el cuerpo de Marta sigue sin aparecer en el vertedero" donde lo están buscando desde hace casi un mes, a lo que el imputado ha respondido: "Yo solo digo que la eché al contenedor".

En ese momento, la defensora de Miguel ha recordado al juez que la comparecencia de hoy no era una nueva declaración y el acusado ha sido trasladado de regreso a la cárcel, donde permanece desde su detención el 14 de febrero pasado.

La interceptación de la correspondencia de Miguel ha estado vigente durante un mes y es una de las partes que ha estado bajo secreto sumarial, junto a otras actuaciones que lo siguen estando y cuyo contenido solo conoce el juez y el fiscal.

Entre las cartas devueltas hoy se encuentra la que Miguel C.D. dirigió a su abogada y que dejó en su celda el pasado 26 de marzo, cuando intentó suicidarse con el cordón de un chándal, han añadido las fuentes.

Junto a la prueba del polígrafo, el abogado de Francisco Javier D.M. ha solicitado al juez dos careos: uno entre los dos hermanos imputados y otro entre su cliente y el menor Javier G.M., de 15 años, el único de los cinco acusados que le situó, en su primera declaración judicial, en el escenario del crimen de Marta como encargado de limpiar las manchas de sangre.

Posteriormente, sin embargo, el menor se desdijo de esta imputación, mientras que Miguel C.D. ha negado en todo momento que su hermano mayor estuviese en el piso donde se cometió el crimen o que tuviese conocimiento de él.