Asociaciones de Anticoagulados avisan de que se ha interrumpido el suministro de 'Sintrom' en las farmacias

EUROPA PRESS 02/08/2012 16:58

Ante la llamada de "centenares" de pacientes a FEASAN "preocupados" porque no podían encontrar el fármaco en la farmacia, la Federación ha movilizado sus recursos y ha comenzado una campaña a través de sus diferentes asociaciones regionales para conocer la situación en tiempo real constatando que se estaba produciendo un desabastecimiento del fármaco a nivel nacional.

Para ello, el presidente de FEASAN, Luciano Arochena, se ha puesto en contacto con el director médico de Novartis, Xavier Puig, la empresa farmacéutica que comercializa el fármaco, quien explicó que durante un procedimiento regular de control se detectó una "posible impureza" no identificada en el producto y como medida de precaución los lotes afectados fueron inmovilizados.

Sin embargo, la investigación concluyó con que este hecho no afectaba a la calidad y que no había ningún riesgo para los pacientes. En este sentido, Puig ha informado este miércoles de que ya se ha normalizado el suministro y que este jueves "cualquier paciente" podría encontrar el fármaco en su farmacia.

No obstante, la Federación ha asegurado que este fármaco todavía no está disponible y que, además, ha cambiado el código y ha subido el precio ya que, el miércoles una caja de 60 comprimidos tenía un coste de 1,67 euros mientras que un día más tarde cuesta 1,89 euros.

"La situación general es más grave si se tiene en cuenta que hoy en día 'Sintrom' es el fármaco anticoagulante más prescrito por el colectivo médico y por tanto el volumen de pacientes afectados es muy alto, entre 600.000 y 700.000 pacientes, de un total de 800.000 pacientes anticoagulados en España --entre un 1,5 y 2 por ciento de la población española--", han asegurado desde la Federación.

Por estos motivos, FEASAN ha exigido, "a quien competa", que se tomen las medidas oportunas para solucionar esta interrupción del desabastecimiento del fármaco porque, ha apostillado, está creando un "riesgo muy alto" para la salud de los pacientes y también potencialmente para el sistema sanitario.