El pasado domingo, 19 de agosto, el fuego fue dado por controlado, aunque permanecieron en la zona varias brigadas para evitar posibles rebrotes ante las altas temperaturas registradas en la zona.
El incendio se cobró la vida de un agente medioambiental y la de un brigadista que fueron alcanzados por una llamarada de fuego provocada por la explosión de varias bolsas de aire mientras luchaban contra el incendio en una pista forestal.