Todo comenzó cuando Joseph Daniel Hudek un joven de 23 años que iba en primera clase, fue directo hacia la puerta e intentó abrirla. Cuando una azafata de vuelo se acercó a él para pararle le asestó varios puñetazos y lo mismo hizo con otro pasajero que vio lo sucedido. Otra de las azafatas se acercó y le estampó dos botellas contra la cabeza, lo que provocó que el joven cayese inconsciente.
Según ha asegurado la FBI en declaraciones recogidas por el diario ‘Mirror’, el joven había logrado bajar la palanca hasta casi la mitad, lo cual ponía en peligro la vida de todos los presentes.
Al llegar a destino, la policía detuvo a Hudek y lo devolvió pocas horas después a Seattle.