La madres quieren que sus hijas sean de ciencias pero ellas se resisten

telecinco.es 27/11/2018 11:15

Menor autoconfianza, menores expectativas y estereotipos de género son el techo de cristal que toda una generación de mujeres ha de superar para alcanzar la igualdad entre ambos sexos en las universidades y estudios de ciencias.

Muchas de las vocaciones de las chicas de 15 años se verán potenciadas o frenadas por estos estereotipos a los que que habría que añadir también el papel de impulsores de los progenitores, especialmente el de las madres implicadas en la educación de sus hijas.

También se comprueba que "las chicas que logran altos niveles de rendimiento y actitudes positivas hacia el estudio tienen amigos que, muy probablemente, están también interesados en el estudio y que el apoyo de los iguales en materia de aprendizaje escolar tiene un efecto mayor en las chicas que en los chicos".

La realidad es que "la brecha de género entre hombres y mujeres se manifiesta en multitud de países, entre ellos España, en el sentido de que, a menudo, las mujeres están infrarrepresentadas en diferentes áreas de la ciencia, la tecnología, la ingeniería o las matemáticas (STEM) y, sin embargo, están sobrerrepresentadas en otros campos profesionales y del saber, tales como el de la salud, la psicología o

la educación".

Son algunas de la conclusiones presentadas este martes en la sede del campus madrileño de la Universidad Camilo José Cela por el director de la Cátedra de Políticas Educativas, Francisco López Rupérez, dentro de un estudio denominado "La educación científica en la Comunidades Autónomas. Conocimientos y competencias a la luz PISA 2015".

El trabajo realiza un análisis pormenorizado por comunidades autónomas de los datos aportados por los estudiantes de 15 años en las competencias científicas y proyecta estos resultados indagando en perspectivas vocacionales cuando alcancen los 30 años.

Con estos datos, el informe PISA 2015 nos presenta unas aulas repletas de varones y en las que la presencia femenina es mínima.

López Rupérez tiene la convicción avalada por estudios y análisis internacionales de que "el rendimiento en ciencias es un buen predictor del desarrollo económico de un país o una región". Así, un estudio de las universidades de Utrech y de Lovaina establece "que por cada empleo de alta tecnología generado se crean entre 2,5 y 4,4 empleos adicionales en las regiones de alta tecnología, pero fuera de los sectores tecnológicos".

Las empresas tecnológicas buscan implantarse en zonas en las que la capacitación de su población les garantiza una mano de obra formada es esta materias STEM. De ahí la importancia, según el estudio de "tomar en consideración la distribución territorial en España del rendimiento en Ciencias y de vocaciones" algo que vincula de forma directa al "grado de desarrollo social y económico" que alcanzarían las comunidades autónomas. Para ello reclama el estudio "introducir en el sistema educativo políticas y prácticas de mejora que sean capaces de modificar el cursus de su evolución espontánea".

Por ello, concluye el estudio que las comunidades autónomas debería "operar con eficacia sobre las

políticas y las prácticas de mejora en materia de educación científica" para avanzar en el "desarrollo económico".

Estas políticas han de ir encaminadas a despertar el espíritu crítico de los estudiantes españoles para que en el futuro tengan las herramientas necesarias para y como elemento objetivo que impulsa el rendimientos en materias científicas.

Diferencias entre CC.AA.

El estudio de la Camilo José Cela que cuenta también con con la participación de Isabel García y Eva Expósito Casas señala las importantes diferencias entre las comunidades autónomas. Así, Castilla y León, la Comunidad de Madrid, Navarra y Galicia destacan por el rendimiento de sus alumnos en el área científica. Lo contrario de lo que ocurre en Canarias, Extremadura y Andalucía.

Según los autores del análisis, esta diferencia "equivaldría a un desfase escolar promedio, entre ambas comunidades autónomas, de más de un curso académico y medio".

La importancia de estas diferencias radica en que en España el 46 % de la varianza en cuanto a vocaciones STEM entre comunidades autónomas es explicable por las diferencias existentes entre ellas en rendimiento en Ciencias.

Hay una relación directa entre "baja vocación científica y escaso rendimiento" algo que se refleja en las diferencias entre comunidades autónomas.

Así, en Asturias, Aragón, Cataluña, Galicia, Madrid y Navarra se conjuga el binomio de "alta vocación y alto rendimiento". El estudio añade, que "estas comunidades autónomas se sitúan, por tanto, en una posición relativa destacada –en especial, la Comunidad de Madrid– a la hora de adaptarse a las exigencias de la ‘cuarta revolución industrial’, en términos de empleo, crecimiento económico y progreso social".

En la parte opuesta de la tabla están las comunidades en las que se combinan una "baja vocación junto a bajo rendimiento". Estas serían Andalucía, Baleares, Canarias, Extremadura y Murcia. Este grupo de comunidades autónomas –y especialmente Canarias, Andalucía y Extremadura– se encuentran en una posición precaria para asumir los retos del futuro, apoyándose en su educación en el estado actual de resultados.

No es de extrañar por ello que los estudiantes de Madrid, Cataluña, Aragón y Navarra superan la media nacional en rendimiento en Ciencias, algo que les lleva a mejorar sus "expectativas de opciones profesionales". Por su parte, los estudiantes de Andalucía, Baleares, Canarias y Extremadura no superan la media nacional.

Uno de los desafíos, en concreto de España y de sus comunidades autónomas, en materia de progreso

económico y social pivota sobre su capacidad para incrementar, en las próximas décadas,

el porcentaje de titulados superiores en enseñanzas STEM.

Para ello el estudio aconseja "más políticas destinadas directamente a mejorar el rendimiento en ciencias", aumentar la "políticas destinadas directamente a incrementar las vocaciones STEM", "impulsar las prácticas de laboratorio o simulaciones virtuales, utilizando los informes de laboratorio como ejercicios de simulación de la actividad científica".

Recomienda también "recurrir, como uno de los componentes de la enseñanza de las ciencias, a la metodología propia del ‘aprendizaje basado en proyectos’, así como "promover ‘aprendizajes profundos’ que se caracterizan por un elevado nivel de comprensión de los fenómenos, de su base conceptual y teórica"

Finalmente, el estudio también señala a la importante labor de padres y madres al reclamar una mayor "implicación parental, en especial de las madres, en la escolaridad de las alumnas en el área de Ciencias".

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