Con 14 años se ahorca por el acoso de sus compañeros que la llamaban gorda

INFORMATIVOS TELECINCO 20/06/2012 09:02

Fiona Geraghty había sido matriculada en un caro instituto privado, donde se preparaba para su futuro ingreso en la universidad de Taunton, Somerset.

Sin embargo, sus padres, nunca llegaron a saber que su hija sufría por su peso y por las burlas de sus compañeros, hasta que fue demasiado tarde, según publicó el 'Daily Mail'.

Los padres, ambos médicos, declararon ante el juez por la muerte de Fiona para expresar su malestar con la actuación del colegio que no advirtió las señales de alarma de su hija.

Fiona Geraghty había escrito un ensayo escolar en el que hablaba de sus problemas de salud y usaba frases como "me odio a mí misma".

Los padres culpan a la escuela y a sus compañeros que con sus burlas empujaron a Fiona a la bulimia y comenzara a provocarse el vómito.

"Ella tenía problemas de relaciones con su grupo", dijeron y el trastorno alimentario tuvo su origen en "las burlas de otras niñas por su talla."

Los padres conocían que su hija padecía un trastorno de alimentación desde febrero de 2011 y criticaron los servicios sanitarios que le dieron de alta, a pesar de su estado.

Sin embargo, ignoraban las verdaderas proporciones del problema. El psiquiatra que la trató, Ross Gillanders, nunca pensó que Fiona estaba tan mal.

"Hay casos que te sorprenden. Se habían resuelto los problemas en la escuela, había aumentado de peso y ella estaba mejorando, tenía planes para el futuro ", dijo Gillander.

Dos meses después de haber sido dada de alta, la adolescente se ahorcó en su casa ,en Nailsbourne, Somerset. Sus padres encontraron el diario de Fiona en el que contaba la verdadera magnitud de la bulimia que sufría.

Otro psquiatra, entrevistado por la publicación británica, criticó la actuación de sus colegas médicos y mostró su perplejidad porque en cuatro sesiones "se podía hacer un cuadro clínico bastante completo".

Además, expresó su desacuerdo con no haber involucrado a los padres de la joven en el tratamiento.

"Los padres deberían haberse visto involucrados mucho más en todo el proceso. Cualquier niño que se provoca el vómito es muy preocupante. "