"Los resultados volvieron a no ser exitosos", comentó en declaraciones a medios locales Rubén López, antes de agradecer al Equipo Argentino de Antropología Forense y a bomberos de la Policía Federal, que llevaron adelante las tareas en una reserva natural de la ciudad bonaerense de La Plata.
El equipo de peritos inició el miércoles pasado un operativo de búsqueda en el Parque Pereyra Iraola a raíz de la información brindada por un testigo de identidad reservada sobre el posible paradero de López, desaparecido en 2006 después de declarar en un juicio por crímenes cometidos durante la dictadura (1976-1983).
La búsqueda concluyó el viernes, pero la aparición de otro testigo, que dijo haber visto "movimientos extraños" en la estación de trenes de ese predio, de unas 10.000 hectáreas, hizo que la Justicia dispusiera que hoy continuara el rastrillaje.
Jorge Julio López desapareció en septiembre de 2006, poco después de declarar como testigo en el juicio contra el ex jefe policial Miguel Etchecolatz, condenado a cadena perpetua por genocidio y apropiación ilegal de niños durante la dictadura.
El albañil, de 77 años y que sufría Parkinson al momento de su desaparición, identificó a Etchecolatz como uno de sus torturadores cuando estuvo detenido durante dos años y medio en una de las cárceles ilegales instaladas por el régimen militar.
Carteles con el rostro de López distribuidos por cada rincón del país, 25 millones de mensajes de texto enviados a teléfonos móviles y una millonaria recompensa a quien aportara datos sobre su paradero fueron algunas de las acciones emprendidas por el Gobierno para hallar al testigo.