Para los camiones de bomberos los cascos antiguos de las ciudades son todo un reto. Abrirse paso por sus estrechas calles es muy complicado o imposible, y esto es lo que le ha sucedido a un gran camión escala de los bomberos de Málaga, que pudo entrar pero se las vio en apuros para salir.
El camión entra a la calle sorteando la terraza de un local que se expande más metros de los permitidos, intenta darse prisa pero se encuentra con mesas y sillas a ambos lados y cuando logra pasar entre medias, empieza a girar con la intención de doblar la esquina. Al final, se queda atravesado. Ni quitando las mesas que estorban, ni subiendo el toldo tiene espacio para pasar.
En esta situación a los bomberos les toca acabar el trayecto a pie cargados con los extintores. Esto ocurre cada vez que hay una emergencia en este laberinto de callejuelas: vehículos que tienen que darse la vuelta, intervenciones que se retrasan y ambulancias que no pueden pasar. La única solución que los vecinos creen que mejoraría esto es sencilla: acotar el espacio de las terrazas.