18 minutos son suficientes para curar lesiones de la piel en tan sólo unas sesiones, sin ningún tipo de preparación y que sin que la radioterapia afecte a otras partes sanas de la piel. Se puede utilizar en pacientes de cualquier edad y complementa los tratamientos quirúrgicos actuales. De momento se está probando en 20 pacientes, pero los médicos confían que su efectividad sea del cien por cien.