Según un comunicado del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), así lo ha notificado la central al mismo consejo, siguiendo el procedimiento establecido.
Concretamente, la unidad I de Ascó ha realizado una reducción preventiva de potencia hasta el 65% debido una avenida masiva de algas en el Ebro producida durante el proceso de crecida ecológica programada del río.
Esta avenida masiva ha afectado a la toma de agua de refrigeración de la planta, lo que ha llevado a una reducción de potencia no programada superior al 20% y a la consecuente notificación de la incidencia.
Todos los sistemas de la central han funcionado adecuadamente y según su diseño establecido, y la planta volverá a operar al 100% en cuanto se normalice la situación.