Operarios ataviados con casco y mono de trabajo han tardado tres horas en retirar la excavadora incendiada la pasada semana y para muchos el símbolo de la resistencia popular en Sants al desmantelamiento de Can Vies. Aunque sin ella, en el centro okupa continúan los trabajos de desescombro y también la polémica, por la actuación de los Mossos el pasado sábado. Porque según se ha sabido, los agentes acorralaron, identificaron y fotografiaron a más de 200 manifestantes. Trataban así de relacionarlos con los encapuchados que protagonizaron los altercados. Pero para algunos esto fue ilegal. Dicen que les obligaron a ponerse prendas que ni siquiera eran suyas. Los Mossos responden a las críticas asegurando que solo les hicieron fotos con su ropa. Añaden también que el nivel de violencia de los manifestantes es cada vez más sofisticado. Crearon bolas explosivas que lanzaron a los furgones y colocaron clavos en cajas para pinchar los neumáticos de los vehículos policiales.