Técnicas poco invasivas, el futuro de la cirugía cardiaca

Informativos Telecinco / Agencias 29/09/2018 09:22

En este sentido, ha esperado que el avance a la hora de utilizar técnicas menos invasivas venga de la mano de la sustitución tanto de la válvula mitral como de la tricúspide, ambas técnicamente "más difíciles" debido a la complejidad anatómica de las mismas.

Asimismo, el especialista ha destacado la progresiva mejoría en el material empleado, que permite simplificar el implante, empleando vasos de menor calibre y reduciendo la tasa de complicaciones en las cirugías cardiacas.

"Hace años sustituir una válvula cardiaca mientras conversamos con el paciente constituía una auténtica quimera. En la actualidad, sin embargo, esto se hace como una práctica habitual sustituyendo la válvula aórtica mediante una punción a la altura de la ingle", ha comentado el experto, para cuestionar "para qué abrir el tórax si se pueden resolver graves problemas cardiacos mediante simples punciones en brazos o piernas".

Hay diversas patologías que pueden ser resueltas de forma no invasiva o mínimamente invasiva, tales como válvulas cardiacas que no abren o no cierran adecuadamente, conexiones anómalas entre aurículas o ventrículos, exclusión de estructuras donde puede formarse coágulos, defectos de nacimiento, entre otras.

Actualmente, una variedad de estas patologías son tratadas habitualmente con excelentes resultados en el Hospital Quirónsalud Infanta Luisa por cardiólogos especialistas en hemodinámica y/o cirujanos cardiacos. Todas estas técnicas, cuando así lo requieren, cuentan con el apoyo de ecocardiografía transesofágica, que mediante la introducción de una sonda a través de la boca del paciente proporciona imágenes en tiempo real de todas las estructuras cardiacas.

De esta forma, según ha explicado el doctor, se consigue acortar los periodos de hospitalizaciones, que van desde las 24 horas --en el caso del cierre de conexiones entre aurículas o ventrículos y el cierre de la orejuela izquierda-- hasta las 72 horas y 96 horas, en el caso de sustitución valvular aórtica percutánea (la denominada TAVI).

Del mismo modo, el especialista ha informado de que, gracias a estas técnicas, hay una notable reducción de la tasa de infecciones quirúrgicas, con postprocedimientos y curas "mucho menos dolorosas, así como menos tasa de anemización".

La sustitución valvular aórtica mediante catéter se reserva hoy en día para pacientes mayores de 75 años o bien de menor edad con comorbilidades, otras patologías asociadas a situaciones de gran fragilidad. No obstante, debido a sus excelentes resultados, la tendencia en los próximos años parece ser ir reduciendo progresivamente el límite de edad.