Aunque con matices, tanto el Gobierno y sectores de la oposición como miembros de la Justicia coincidieron en que debe consensuarse una normativa para que los menores que cometan delitos graves sean imputables penalmente a partir de los 14 años y no desde los 16, como ocurre actualmente.
El tema volvió a discutirse a partir de que el pasado miércoles un joven de 14 años asesinó de seis balazos a Daniel Capristo, de 45, quien intentó evitar que le robara su vehículo en la localidad bonaerense de Valentín Alsina.
Furiosos por los elevados índices de delincuencia y criminalidad juvenil, vecinos de esa zona de las afueras de la capital argentina apresaron al autor del crimen, además de golpear a varios policías y a un fiscal de menores que debió ser hospitalizado.
"No se puede convivir bajo el imperio de la ley de la selva", evaluó el juez de la Corte Suprema Carlos Fayt, quien tras sostener que "la nación tiene voluntad" de analizar el tema de la imputabilidad de los menores indicó que en el debate "tienen que actuar los tres poderes y hay que examinar todas las alternativas".
Por su parte, el ministro de Justicia argentino, Aníbal Fernández, anunció que en los próximos días presentará en el Parlamento un proyecto de ley para crear un régimen penal juvenil a partir de los 14 años "que respete los derechos de los menores" y sustituya al sistema tutelar actual.
"Un menor de 14 años sabe que está prohibido robar y matar. Un chico que comete delitos graves tiene que tener sanciones graves", planteó el funcionario, quien recordó que en el Legislativo hay siete iniciativas relacionadas con el régimen penal juvenil.
Para el ministro, con "bajar la imputabilidad no se resuelve el tema" y lo que debe hacerse es "quitar la figura de la tutela (judicial) para que el chico tenga que ser sometido a un juicio donde habrá un fiscal, un abogado que lo defienda y un juez que lo juzgue".
Al asistir hoy a la inhumación de los restos de Capristo, familiares y amigos del fallecido anunciaron que esta misma tarde marcharán desde Valentín Alsina hacia el Obelisco, en pleno centro de Buenos Aires, en reclamo de justicia.
En momentos en que la inseguridad ha vuelto a convertirse en una de las mayores preocupaciones de la ciudadanía, en las últimas semanas habitantes de la capital argentina y su populoso cinturón llevaron a cabo protestas por la oleada de delitos.