El miedo al contagio en el transporte público dispara un 31% la compra de coches de más de 20 años

  • Este tipo de vehículos puede adquirirse desde 500 euros

  • Es la opción más barata y efectiva para muchos ciudadanos

  • El uso de transporte público cayó cerca del 40% durante el verano

El miedo a las aglomeraciones, uno de los principales factores de contagio por covid-19, ha llevado a muchos usuarios a optar por medios de desplazamiento individuales en detrimento de metros, buses o trenes de cercanías. Y en estos momentos de incertidumbre económica, la opción de adquirir un coche viejo y barato para esquivar a las multitudes ha sido adoptada por no pocos usuarios habituales del transporte público.

Así, la compra de vehículos de más de 20 años se disparó un 31% durante los meses de julio y agosto, alcanzando un total de 43.655 unidades vendidas en la antesala de la vuelta a los centros de trabajo y a las escuelas, según datos del Instituto de Estudios de Automoción para Sumauto. Este tipo de vehículos puede adquirirse desde 500 euros y la media de los mismos se sitúa entorno a los 1.400 euros.

Sumauto también destaca que en los meses de verano el uso del transporte público registró una caída de alrededor del 40% respecto al mismo periodo del año pasado, según datos de la patronal del sector ATUC, que espera que en todo el año la caída sea del 20%.

El parque ya estaba polarizado entre coches nuevos y muy viejos y el covid-19 está acentuando la tendencia dadas las connotaciones sociales y económicas de la pandemia. Aquellas personas que quieren un vehículo lo hacen para trabajar y sin pensar en desplazamientos por ocio y vacaciones, por lo que optan por soluciones muy económicas y hasta que el coche dure. "Es reducir el vehículo a la mínima y necesaria expresión", ha lamentado el director general de Sumauto, Nicolás Cantaert.

Coches más viejos, mayor contaminación

Mientras, la comercialización de coches nuevos en agosto (66.925 unidades) bajó un 10,1% respecto al mismo mes del año pasado, y la edad media del parque automovilístico español, uno de los más envejecidos de Europa (12,7 años en julio, 0,4 más que el año anterior), tiende a aumentar, circunstancia que impacta de forma directa en los niveles de seguridad vial y de contaminación.

Porque sí, la circulación de estos vehículos redunda en el deterioro del medio ambiente. Los efectos beneficiosos desde el punto de vista ecológico que supuso el confinamiento y las primeras fases de la desescalada se están desvaneciendo a marchas forzadas con la progresiva recuperación de la actividad y los desplazamientos individuales. “No es una buena noticia en términos de eficiencia energética, seguridad y emisiones”, indica Raúl Morales, secretario de comunicación de Faconauto, patronal de concesionarios,

Según una encuesta efectuada en Madrid, el transporte público era el preferido de la población antes del estado de alarma; ahora ocupa la tercera posición, por detrás del vehículo privado y la bicicleta. En este sentido, en esta comunidad la transferencia de vehículos de 1 a 5 años de antigüedad creció un 24,4% en julio respecto al mismo mes del pasado año.

Según Fernando Ferrando, presidente de la Fundación Renovables, el consumo de combustibles fósiles durante el confinamiento descendió un 70%. Después de la desescalada de la primera ola se situó sólo un 5% por debajo de los niveles habituales, y eso que la actividad económica no se recuperó en su totalidad y todavía no se han encendido las calefacciones. “Los niveles de contaminación en las grandes ciudades se están disparando”, concluye, y la creciente circulación de coches viejos contribuye a ello.