La condena, dictada este miércoles 27 de diciembre, fue conocida por Bulacio de pie y sin muestras de arrepentimiento. Y es que, durante el juicio, los psicólogos que atendieron a Antonia, la víctima, aseguraron que el desastre realizado por el hombre había arrastrado a todos, tal y como indica TN.
Así, sus abusos no sólo fueron sexuales, sino que también propició que su hija fuera analfabeta, sufriera desnutrición, precariedad y sumisión absoluta. Además, también llegó a abusar de uno de los hijos de la víctima, fruto de las violaciones.
Y fue eso, el conocimiento por parte de Antonia de que también había abusado de uno de sus hijos, lo que llevó a la víctima a denunciar los hechos. El medio argentino explica que relató los hechos sucedidos a un grupo de médicos comunitarios de Las Termas de Río Hondo.
Cuando Bulacio se enteró de la denuncia se escondió y consiguió mantenerse prófugo de la justicia durante 45 días. Durante ese tiempo la investigación fue avanzando y determinó, mediante pruebas de ADN, que él era el padre de los ocho hijos que había tenido la víctima.
Tras permanecer durante esos días escondido, la policía consiguió encontrar al abusador y detenerlo, en un hecho que sucedió hace ya dos años. Desde entonces ha permanecido en prisión provisional, y aunque se ha negado a declarar durante el juicio, más de 50 testimonios han dejado claro que los hechos sucedieron tal y como relató Antonia.
De este modo, Bulacio fue encontrado culpable del delito de "abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante agravado por el vínculo” y condenado a 12 años y ocho meses de prisión.