Sucedió durante un vuelo de EVA Air que partía desde Los Ángeles, California, EEUU, rumbo a Taipéi, Tawán. En el momento del despegue, las condiciones climatológicas obligaban a los pilotos a realizar la salida dirigiéndose hacia el este en lugar de hacia el oeste, sobre el Océano Pacífico, como es lo habitual, tal y como informa el medio Independent. Sin embargo, quien estaba a los mandos del Boeing 777 dispuesto para este vuelo recibió las instrucciones erróneas. Concretamente, las contrarias. Es decir, un controlador aéreo de la Terminal Sur de California ordenó al piloto que virase hacia la izquierda cuando en realidad debía decir hacia la derecha.
“Gira a la izquierda 180 grados, asciende y mantén 7.000 pies” inició, para después de 40 segundos volver a pedir al piloto que girase “a la derecha, a la derecha 180 grados”.
Lo siguiente que el controlador ordenó fue que elevase la velocidad del aeroplano y girase nuevamente a la derecha manteniendo una altitud de 5.000 pies para evitar un choque con otro aeroplano; un Boeing 787 de Air Canada, tal como resume la investigación, que ha comprobado que el controlador siguió errando en sus instrucciones, –tanto que el avión pasó demasiado cerca de la cima de la montaña ‘Mount Wilson’, sobre la que voló a 800 pies por debajo del mínimo aconsejado–.
En un momento dado, de hecho, llegó a dar una instrucción al piloto que, inmediatamente después de que éste la llevase a cabo, corrigió: ¿Qué estás haciendo? le dijo, convencido de que no le había hecho caso.
En este contexto, la tripulación del EVA015 no pudo sino extrañarse y percatarse de que algo iba mal con el controlador que les estaba hablando, especialmente después de la sucesión de instrucciones contradictorias que llegaron a recibir.
Afortunadamente, y pese a todo, no hubo que lamentar ningún accidente.
“El suceso fue causado por el controlador de tráfico aéreo al asignar a los pilotos un giro a la izquierda en lugar del requerido giro a la derecha después de despegar, lo que puso al avión en una situación insegura de proximidad al terreno”, ha explicado en un comunicado la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos.