Cómo controlar e identificar las claves del supercontagio puede ayudar en el futuro de la pandemia

  • Los estudios han demostrado que solamente un 10% de los infectados es responsable del 80% de los contagios por coronavirus

  • En un contexto de cada vez más población vacunada, los expertos estiman que los eventos de supercontagios descenderán

  • Sin embargo, será clave seguir detectando y previniendo brotes peligrosos, sobre todo si vienen acompañados con variantes más transmisibles

Los supercontagiadores explican en buena medida la transmisión del coronavirus. Más de un año de pandemia después, diversos estudios han demostrado que pocas personas están detrás de la mayoría de los contagios: un 10% sería responsable del 80%, mientras que un 2% portaría el 90% del virus circulante. El resto sigue siendo una gran incógnita: ¿quién puede serlo, cuándo, por qué? El final de las mascarillas en exteriores y un porcentaje cada vez mayor de población inmunizada suponen otra pregunta: ¿qué papel jugarán en el futuro?

En las conclusiones de su investigación, los científicos de la Universidad de Colorado en Boulder señalaban que el control de los superportadores, ese pequeño 2% que "en un momento dado" lleva una gran carga viral, será clave para prevenir nuevos brotes, "ya que estos individuos continuarán sosteniendo e impulsando la epidemia si no se localizan". Hay razones para la cautela: pueden no tener síntomas y provocar un supercontagio si ese momento dado corresponde a una cena o un evento social con muchas personas cerca.

Ante la dificultad de detectar a priori quién puede ser un supercontagiador, algunos expertos en modelización de enfermedades ya pedían en noviembre del año pasado identificar bien "los puntos críticos y rutas de transmisión de cada tipo", con el objetivo de limitar las reuniones en esos lugares y rastrear presintomáticos y asintomáticos. Además, apelaban a la cautela en la reapertura hasta que hubiera vacunas o tratamientos disponibles.

Un panorama epidemiológico distinto: "La posibilidad de supercontagios irá descendiendo"

Ese panorama, al menos en cuanto a la vacunación, ya está aquí. En España, el porcentaje de población con pauta completa roza el 30%, mientras que quienes tienen al menos una dosis alcanzan casi el 50%, unas cifras similares a las de Europa. En esa línea, la incidencia acumulada sigue lentamente a la baja, ya en menos de 100 casos por cada 100.000 habitantes, en tanto que los contagios ocurren sobre todo entre los jóvenes, los últimos por vacunar.

"A medida que el porcentaje de vacunados aumente, la posibilidad de que haya supercontagios irá descendiendo", cree Salvador Macip, médico e investigador de la Universidad de Leicester y la UOC. "Incluso antes de alcanzar la inmunidad de grupo, el hecho de que en algunos países la mayoría de adultos ha recibido por lo menos una dosis de vacuna hace que la transmisión del virus sea más baja. De esta manera, aunque una persona fuera capaz de contagiar mucha gente, el virus circulará mucho menos que antes", agrega.

Macip recuerda que los grupos de más transmisión pueden variar en países con un gran porcentaje de inmunizados. En Reino Unido, con todos los mayores de 50 años con al menos una dosis, hay más contagios entre los niños e incluso brotes en colegios. En Israel, que tiene un nivel de vacunación aún más alto, la transmisión es baja incluso entre los menores. "La clave es principalmente detectar cuanto antes los brotes, aunque sean pequeños, vengan o no de un supercontagiador. Por eso es importante hacer muchos test", estima el científico.

Supercontagios y variantes más transmisibles: el "cóctel perfecto para sembrar el caos"

La observación supone que, más allá de la vacunación, la vigilancia epidemiológica seguirá siendo importante. Es también un buen llamado a la prudencia. Un caso como el de Chile nos lo recuerda: un país con una alta tasa de vacunación pero con una positividad del 8%, cerca del doble de lo que la Organización Mundial de la Salud recomienda como máximo. O, sin ir más lejos, la reciente tendencia al alza de los contagios en Reino Unido, lo que ya obligó al país a aplazar su desescalada.

"El supercontagio es parte esencial de cómo el virus interactúa con el huésped", dice para empezar Antonio Salas Ellacuriaga, experto en genética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago. "Por lo tanto, en una población ampliamente vacunada y asumiendo una alta eficacia de las vacunas, deberíamos pensar en una población lo suficientemente protegida", agrega.

Sin embargo, acto seguido Salas advierte: "desconocemos muchos parámetros que rigen la 'fórmula'". Y allí entran los supercontagiadores y la posibilidad de un brote con una variante más transmisible: la tormenta perfecta.

"Los brotes peligrosos surgen en grandes eventos de supercontagio y en supercontagiadores, y esto ha sido así toda la pandemia. Cuando estos brotes van acompañados de variantes con ventajas en la transmisión, es cuando se da el cóctel perfecto para sembrar el caos. Y apenas sabemos nada de cuáles son las características biológicas de una persona supercontagiadora", explica el investigador.

La vacunación desigual en el mundo: caldo de cultivo para variantes y supercontagios

La disparidad de la vacunación en el mundo es otro factor a considerar: lugares con poca protección y mucha circulación del virus, donde los supercontagiadores podrían seguir siendo el principal motor de contagios.

"Allá donde no lleguen las vacunas, y no exista prevención en los contagios, el virus seguirá circulando previsiblemente de manera similar a como está circulando ahora. Esto facilitará que el patógeno siga 'probando' variantes nuevas, en esta gran fábrica de pruebas que es la población", alerta Salas, que no descarta "el riesgo de que surjan variantes de escape a las vacunas".

Si ya sabemos que todos los coronavirus caben en una lata y todavía sobraría espacio, la pandemia nos ha enseñado de sobra que el patógeno puede viajar muy rápido con "bombas virales andantes". Algunas de ellas, incluso a día de hoy, pasarían desapercibidas.

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