Peligrosas dietas de bajas calorías y un exceso de ejercicio físico eran los mandamientos de Courtney Black, una joven británica de 19 años que durante años estuvo obsesionada por estar flaca. Pero cuando llegó a pesar cerca de 44 kilos, comprendió que no estaba yendo por el buen camino.
"Llegué a perder tanto peso que la gente comentaba en mi Instagram que parecía que me estaba muriendo", comenta Courtney, según recoge el Mirror. Entonces comprendió en lo que se había convertido su vida y decidió abandonar finalmente sus sueños de ser una persona súper delgada.
Su cambio físico ha gustado tanto que 100.000 personas adoran ya sus curvas. Ella quiere mostrar ahora a otras personas lo innecesario que es morirse de hambre o eliminar de la dieta algunos grupos de alimentos. Aconseja poner la salud en primer lugar y la imagen en un segundo plano.
No obstante, la joven se sigue cuidando pero lo hace con cabeza. No se trata de abandonar el ejercicio ni descuidar la alimentación. Ahora, Courtney disfruta de una dieta saludable con cinco comidas al día y la combina con un régimen de entrenamiento nada extremo.