La depilación con láser es la opción más segura y eficaz para acabar con el vello de tu cuerpo de manera permanente: "destruye las células madre del folículo, impidiendo que el vello vuelva a salir", asegura Mery Espada Pablos, enfermera de Centro Médico Esbeltic Model.
Hasta ahora, este método no ha mostrado efectos secundarios sobre la piel. Sin embargo, sí se ha observado que pueden formarse quemaduras en dos casos: con la piel deshidratada y con pieles bronceadas. Es por eso que, no tomar el sol antes de asistir a una sesión de láser, es primordial: "se necesita que la parte superficial de la epidermis no contenga melanina activa para que no se produzca ni irritación, ni alergia", insiste Espada.
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Según Mery Espada, comenzar el láser entre marzo y abril es una muy buena opción porque "tenemos la piel totalmente sin broncear, al venir de los meses de invierno".
Además, si comenzamos en primavera obtendremos los primeros resultados para el mes de junio: "Entre las dos primeras sesiones debe haber un intervalo de unos dos meses. A partir de la segunda, los intervalos se distancian porque el ciclo folicular se ralentiza y podemos estar hasta tres y cuatro meses sin la siguiente sesión, depende de la piel y el pelo", dice Espada. "El itinerario que nosotros ofrecemos, por tanto, es hacer la primera en abril y la segunda en junio. Después, podremos estar cuatro meses sin necesitar otra sesión mostrando durante los meses de verano una piel sin vello".
Eso sí, esta opción te obliga "a no tomar el sol tras la sesión de junio, durante dos semanas, y a protegerte bien con crema solar, además, de no broncearte durante los dos meses previos a la tercera sesión", advierte la enfermera Espada. Eso sí, no es estrictamente necesario tomar la tercera sesión en septiembre: "no pasa nada por interrumpir el tratamiento durante cuatro o cinco meses, así que puedes estar todo el verano tomando el sol prácticamente".
El láser duele, pero hay una truco
Mery Espada nos dice que el dolor no lo quita, pero que existe un remedio previo a la sesión que puede aliviar bastante: "existe una crema anestésica, llamada EMLA, que te puedes echar en la piel antes de depilar. Tienes que extender una ligera capa y cubrirla con papel transparente de cocina durante una hora. Después de quitarlo con agua, la zona queda más relajada. Se nota".