Las dueñas de la perra la pusieron en manos del profesor Dan Brockman, que con una novedosa técnica se atrevió a poner en práctica la primera operación a corazón abierto en un perro.
En la operación, en la que tuvieron que drenar la sangre de las venas principales antes de intervenir en el corazón, consiguieron reducir la insuficiencia cardíaca de sus válvulas permitiendo que la sangre fluyera fácilmente, informa 'Daily Mail'.
Tras una operación de seis horas más complicada de lo que había planeado, el doctor Brockman declaró que todo salió bien y, Mabel, tras seis días en observación, está ya con su familia y haciendo vida normal.