El primero se descubrió el 13 de febrero, cuando el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) recibió una denuncia de un particular avisando de que en el paraje Els Tallats en Sant Climent Sescebes (Girona) había un pozo de captación de aguas subterráneas con 50 centímetros de diámetro a ras de suelo y sin elementos de seguridad.
Los agentes de la Guardia Civil señalizaron el agujero con cinta y revisaron la zona, donde hallaron otros dos pozos similares sin medidas de seguridad, que también fueron señalizados.
El día 16, agentes de la misma unidad descubrieron cuatro pozos en situaciones similares en el municipio de Palau-saverdera, sumando siete en la provincia. Se señalizaron y en todos los casos se han realizado gestiones para localizar a sus propietarios y adopten medidas de seguridad en la zona.
Asimismo, al día siguiente, se localizó una balsa de purines en el Coll de Muntanya, en Masarac (Girona), con cuatro jabalíes muertos, y se constató que había un perímetro vallado con una zona deteriorada, por lo que se contactó con el propietario, que acreditó que tenía todos los permisos en regla y procedió a repararlo.
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