Los cuatro, de entre 20 y 22 años, fueron arrestados cuando regresaban a su domicilio tras cometer su último robo y se ha podido comprobar que tenían pensado abandonar España en breve.
Los objetos sustraídos eran revendidos a pequeños peristas o enviados a Chile, en paquetes postales y en el interior de juguetes, peluches o prendas de vestir.
El "modus operandi" empleado por la banda era siempre el mismo: primero realizaban una "selección" de las viviendas a asaltar, teniendo en cuenta las medidas de seguridad, y, una vez localizado el objetivo, accedían a la casa mediante la técnica del "escalo", siempre durante la tarde o por la noche.
Dos o tres individuos entraban en las viviendas mientras otro permanecía en el exterior para detectar la presencia policial y poder dar la voz de alarma a sus compinches.
Solían bloquear la puerta de acceso colocando los muebles más voluminosos por si alguien intentaba entrar, bien sus propietarios o bien la propia Policía.
El grupo se desplazaba siempre en transporte público o en un vehículo que previamente habían robado amenazando a su propietario.
Se le atribuyen al menos doce robos de viviendas, aunque no se descarta que participaran en otros similares.
En el registro del domicilio de uno de los detenidos se han podido recuperar numerosas joyas, dinero en efectivo y gran variedad de aparatos electrónicos.
La operación policial ha sido llevada a cabo por el Grupo I de la UDYCO, de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid.