Según ha informado este cuerpo en un comunicado, las investigaciones se iniciaron cuando los policías de la Comisaría de Marítimo tuvieron conocimiento de este tipo de prácticas desde hace más de un año y que los empleados de la compañía eléctrica habían inspeccionado los contadores y procedido a individualizar el fraude de cada domicilio, que oscilaba entre los 1.500 y los 7.000 euros.
Los policías pudieron averiguar que el modus operandi siempre era el mismo y consistía en la conexión, de forma fraudulenta, de las tomas de luz de las viviendas sin pasar por el contador. Así, identificaron a los propietarios e inquilinos de las viviendas y arrestaron este miércoles, 26 de octubre, a 13 personas por un presunto delito de defraudación de fluido eléctrico.
Los detenidos, la mayoría de ellos con antecedentes policiales, fueron puestos en libertad tras declarar, con la obligación de personarse ante la autoridad judicial cuando sean requeridos para ello.