Mandy Ifrah y su esposo, Tamir Raanan, estaban en el avión listos para regresar al aeropuerto de Kennedy desde Fort Lauderdale, Florida, el mes pasado, cuando su hija pequeña Eden se puso a patear el asiento de un pasajero, recoge Daily News.
Ifrah se disculpó, y el pasajero molesto se puso de pie para cambiar de asiento. La madre se centró en calmar a su hija, mientras que la mujer sentada frente a ellos se quejó a su compañero de viaje.
"Antes de saberlo, el piloto dice que vamos a volver a la puerta de embarque y después llegó al avión la seguridad y nos dijo que cogiésemos nuestras cosas y nos bajásemos del avión" dijo Ifrah a The News. "Les seguimos preguntando, '¿Por qué nos está echando del vuelo?'". "Otros pasajeros dijeron: 'No pasó nada, no está bien, vamos a irnos'", agregó.
Un vídeo grabado a bordo del vuelo muestra a la madre que protesta por las solicitudes de un asistente de vuelo de JetBlue para que los cinco miembros de la familia se fuesen. "Tengo que volver a Nueva York. Mis hijos necesitan llegar a casa", dice Ifrah fuera de la cámara. "Esto es ridículo... No voy a bajar del avión. Tengo tres hijos. ¿Dónde quieres que vaya?".
Un diputado de la Oficina del Sheriff de Broward intervino en última instancia en la disputa. La familia terminó reservando una habitación de hotel y buscar otro vuelo. Pero su equipaje permaneció en el avión y cuando finalmente aterrizaron en Nueva York, JetBlue dijo que las bolsas habían sido devueltas al Estado del Sol. La familia se reunió con sus pertenencias una semana después.
"No tenía pañales, ni toallitas para bebés, ni ropa para ellos", recordó Ifrah la noche del incidente. "Me quedé sin nada". A Raanan e Ifrah también se les prohibió volar con JetBlue mientras la compañía investigaba el incidente.
"Después de un altercado verbal que incluyó amenazas físicas y profanidades contra un cliente cercano, se volvió a abrir la puerta del avión y nuestro equipo de aeropuertos pidió cortésmente a los clientes que se retiraran para discutir la situación", dijo la compañía a The News en un comunicado.
"Los clientes rechazaron las peticiones repetidas y nuestros tripulantes desembarcaron todo el avión. Los agentes de la ley los escoltaron fuera de la zona de la puerta y le dimos un reembolso". La familia no fue expulsada "debido a las acciones de sus hijos", agregó la aerolínea.