El presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (CONCAPA), Luis Carbonel, ha mostrado su conformidad con la eliminación de la polémica asignatura.
Tal y como ha mantenido, "me parece una decisión acertada" porque la materia "trataba de imponer una ideología hurtando a los padres la posibilidad de educar a sus hijos según sus principios".
Así, ha asegurado que "terminar con cualquier tipo de sectarismo es una buena noticia" al tiempo que ha señalado que "los valores no se pueden estudiar teóricamente".
Por su parte, el vicepresidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), Virgilio Gantes, ha considerado que con esta decisión "el Gobierno quiere contentar a los sectores fundamentalistas religiosos" del país.
El responsable ha explicado que Educación para la Ciudadanía "es una asignatura en donde se enseña civismo y lo que es la educación". "No es ningún adoctrinamiento, es decir en qué país vivimos y cuáles son los valores que tenemos".
"Ocultar la realidad de la convivencia de un país democrático y aconfesional sí que sería adoctrinamiento", ha sentenciado antes de insistir en que "hay que educar en conocimientos y trasmitir los principios básicos de la convivencia".
Mientras, el sindicato de profesores (ANPE) considera que la sustitución del EpC "puede evitar la controversia que esta materia ha tenido desde el principio". "Estamos de acuerdo con que esta asignatura contenga contenidos objetivos, sin renunciar a la importancia de la acción tutorial ni a la educación en valores con carácter transversal", insisten.