El jurado ha valorado este miércoles el "ejemplo de coraje ante la adversidad, sentido del deber, defensa del bien común y conciencia cívica" de la sociedad japonesa en los trabajos en la central nuclear de Fukushima tras los terremotos de Japón en marzo de 2011.
El jurado ha destacado "la respuesta serena y abnegada del conjunto de la sociedad japonesa que tuvo su más alta expresión en los grupos de personas que, llevando esa abnegación a un grado heroico, pusieron en riesgo la propia vida al afrontar en la central siniestrada y su entorno las tareas que evitaron una tragedia humana y ambiental de mayores dimensiones".
El comportamiento de estas personas ha encarnado también los valores más arraigados en la sociedad japonesa, como son el sentido del deber, el sacrificio personal y familiar en aras del bien común, la dignidad ante la adversidad, la humildad, la generosidad y la valentía.
Cada uno de los Premios Príncipe de Asturias, concedidos por primera vez en 1981, está dotado con cincuenta mil euros, la escultura creada y donada expresamente por Joan Miró para estos galardones, un diploma y una insignia acreditativos. Los galardones serán entregados en otoño en Oviedo, en un solemne acto presidido por S.A.R. el Príncipe de Asturias.
Ánimo y coraje a los damnificados
La Embajada de Japón en España ha agradecido la concesión del premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2011 a los denominados 'Héroes de Fukushima' y ha destacado, en palabras del embajador Fumiaki Takahashi, que este reconocimiento dará "ánimo y coraje" a las personas damnificadas por el terremoto y posterior tsunami del 11 de marzo.
"Desde todos los sectores de la sociedad española hemos recibido numerosos y cálidos mensajes de solidaridad y afecto por el gran terremoto del este de Japón", ha dicho Takahashi, en un comunicado en el que también ha querido trasladar su "mayor agradecimiento" al jurado.
Este reconocimiento, ha subrayado, "es una muestra de solidaridad de España hacia Japón y el pueblo japonés" y "otorgará ánimo y coraje a las personas damnificadas por el terremoto y tsunami" y a "las personas desplazadas por el accidente de la central nuclear". Además, permitirá "afianzar el camino de la reconstrucción", en opinión del embajador nipón.
Según la Fundación Príncipe de Asturias, este grupo de personas representa los valores más elevados de la condición humana, al tratar de evitar con su sacrificio que el desastre nuclear provocado por el tsunami que asoló Japón multiplicara sus efectos devastadores, olvidando las graves consecuencias que esta decisión tendría sobre sus vidas. Su valeroso y ejemplar comportamiento los ha hecho merecedores del calificativo internacional de 'Héroes de Fukushima'.