Un empresario acusado de explotar a dos trabajadores les pagaba con comida: "Si ya tenéis comida, ¿para qué queréis dinero?"

  • El contrato de dos horas cuando en realidad trabajaban más de ocho

  • Les pagaba 250 euros y les llevaba comida congelada

  • La Fiscalía pide cuatro años de cárcel para el hombre que se ha defendido diciendo que lo hizo "por un impulso de cierta caridad"

El empresario mallorquín, acusado de explotación laboral les hizo un contrato de dos horas, pero en realidad los dos trabajadores hacían una jornada laboral de más de ocho. El pago eran 250 euros y les llevaba comida congelada. "Si ya tenéis comida, ¿para qué queréis dinero?".

Lo han contado este lunes ante la Audiencia Provincial de Baleares, que juzga al emprendedor que contrató a los dos trabajadores para realizar labores en su finca. Estos, que estuvieron durante medio año trabajando para él han contado ante los letrados que el empresario "tras los dos primeros meses", en vez de pagarles lo acordado empezó a llevarles comida.

"Empezó a traer comida congelada de su casa", ha explicado el hombre, asegurando que el empresario argumentaba diciendo: "Si ya tenéis comida, ¿para qué queréis dinero?". Para poder trabajar en la finca les puso como condición que tenían que vivir en un espacio supuestamente habilitado en el inmueble de su propiedad.

Las condiciones del alojamiento: no disponían de agua corriente y para utilizar el baño tenían que cargar agua del pozo. Así lo han referido: "Calentábamos el agua con ollas para ducharnos y el váter no funcionaba". "Hacia lo que le daba la gana con nosotros".

El Delegado de gobierno en funciones Ramón Morey, quién es inspector de Trabajo, confirmó el testimonio de los dos trabajadores, declarando que el alojamiento de ambos estaba en "condiciones nefastas", con "algunas de las paredes sin revocar", el "colchón en el suelo" e incluso "una ventana no tenía cristales".

El empresario aseguró que su empleados tenían "total libertad"

El empresario mallorquín, que se enfrenta a los cuatro años de cárcel que pide la Fiscalía, ha explicado que él, "como mucho", visitaba la finca "dos veces a la semana", que sus trabajadores tenían "total libertad", porque las puertas de la finca estaban abiertas y ellos tenían las llaves.

Respecto al trabajo, que sobre todo estaba relacionado con tareas de jardinería, el acusado ha dicho que "si veía que una semana no habían trabajado suficiente", les decía que "a ver si la semana que viene" podían "recuperar un poquito".

El empresario, por su parte, acusado de explotar laboralmente a dos trabajadores declaró que actuó por "un impulso de cierta caridad".

La defensa del empresario ha explicado que el testimonio de los trabajadores se contradice con lo dicho en su denuncia ante la Policía y durante la instrucción del juicio, ya que en aquellas dos ocasiones habría manifestado que su estancia en la finca era voluntaria, que lo hacía como "favor".

La Fiscalía pide cuatro año de cárcel

El escrito de la Fiscalía recoge que el empresario contrató al primer trabajador desde el 10 de junio hasta el 9 de septiembre de 2013 para realizar funciones de jardinería, durante dos horas diarias de lunes a viernes. Se establecía un periodo de prueba de 15 días y un salario estipulado, según el convenio colectivo del sector.

En la práctica, el trabajador hacía un horario de 8.00 horas a 18.00 horas, con un día de descanso a la semana por el que percibía 70 euros a la semana en concepto de salario y 30, de manutención. La situación se prolongó hasta el 7 de noviembre de ese mismo año.

El 17 de junio de 2013 el empresario dio de alta en la Seguridad Social a otro trabajador en la categoría de jardinería, con las mismas condiciones que el anterior.