Encadenado dos años entre animales por ser epiléptico

  • Su padres y sus dos madrastras han sido detenidos

  • No le daban comida y se alimentaba de excrementos

Un niño de diez años se ha pasado los dos últimos encadenado entre animales en el cobertizo de su vivienda en Nigeria por ser epiléptico. Su padre y sus dos madrastras lo mantenían así, apartado de sus otros 17 hermanos y proporcionándole apenas agua y alimentos. Ahora han sido detenidos.

Jibrail ya se recupera en un hospital de la zona tras sufrir un calvario de dos años. Durante este tiempo solo ha convivido con los animales en un cobertizo de la vivienda. Su padre y sus dos madrastras le mantenían atado para que no se escapara. Mataba el hambre con los restos de la comida del ganado y rebuscando entre los propios excrementos y el de los animales.

Cuando fue liberado apenas tenía fuerzas en las piernas para mantenerse erguido, solo la ayuda de dos personas le permitió andar como un ser humano tras haber perdido la costumbre de caminar.

Han sido dos años encadeno a un tronco y apartado de sus 17 hermanos por sufrir ataques epilépticos y con la única compañía de los animales de la granja.

Una crueldad por la que su padre y sus 2 madrastras han sido arrestados. Ellos han tratando de justificarse. Dicen que sólo lo encadenaban durante el día y que estaban recaudando dinero para su tratamiento. Afortunadamente el calvario de este pequeño de 10 años ha terminado.