Una enfermera del National Health Service (NHS) en Reino Unido fue asesinada a puñaladas por su marido, un exsoldado, pero como nadie puede salir por la cuarentena debido al coronavirus, sus vecinos, horrorizados, escucharon y vieron todo desde su encierro.
Victoria Woodhall, de 31 años, fue apuñalada varias veces a las puertas de su domicilio, ubicado en Middlecliffe, cerca de Barnsley (Yorkshire). Tras agredir mortalmente a su mujer, Craig Woodhall huyó de la escena con los tres hijos de la pareja, pero minutos más tarde fue arrestado por la policía. Los niños resultaron ilesos.
El exsoldado, de 40 años, se encuentra bajo custodia policial para ser interrogado sobre el asesinato de su cónyuge, con quien contrajo matrimonio hace tan sólo siete meses. Al lugar del crimen llegaron los agentes, paramédicos y una ambulancia aérea de Yorkshire, pero Victoria fue declarada muerta al llegar al hospital.
Fue tal el pánico que se desató que uno de sus vecinos tuvo que pedir ayuda a través de las redes sociales. Y otro aseguró que la víctima era una gran mujer, "una mamá encantadora". También declaró que la pareja había tenido muchos problemas en su relación y que desde hace unas semanas vivían separados.