José Luis del Pozo, microbiólogo: "Toda la población, o casi toda, nos vamos a infectar en poco tiempo"

  • "No estar vacunado posiblemente sea el mayor factor de riesgo para sufrir una infección severa por Covid-19" afirma el director del Servicio de Enfermedades Infecciosas y del Servicio de Microbiología de la Clínica Universidad de Navarra

  • "A corto plazo pinta muy mal", avisa el doctor del Pozo que advierte de que el número de contagios es tan alto que la situación podría calificarse de "catastrófica"

  • A medio y largo plazo, no obstante, opina que el coronavirus tenderá a convertirse en un "virus endémico que cause cuadros catarrales leves"

La expresión no deja de repetirse día tras día en los titulares: "récord de contagios". Tampoco los adjetivos: la pandemia está desbocada, descontrolada... y la sexta ola es un tsunami. Se acaban los calificativos para dimensionar algo que, además, según explica el Doctor José Luis del Pozo León, director de los servicios de Microbiología y de Enfermedades Infecciosas de la Clínica Universidad de Navarra, "va a ir a peor en las próximas semanas".

Del Pozo sostiene que las cifras están "infraestimando la realidad que tenemos" porque "no se puede hacer prueba diagnóstica a todo el mundo" y la capacidad infectiva de ómicron y su clínica son tan variables que resultaría imposible saber cuántos casos tenemos realmente.

El doctor del Pozo atiende a NIUS en un pausa de su ronda por la planta covid. Habla desde la experiencia de la primera línea y advierte de que la realidad de esta sexta ola que se está transmitiendo a la ciudadanía no es del todo correcta.

"Ahora mismo, y te lo digo porque veo todos los días un montón de pacientes con y sin covid, la idea que hay en la población es que esto es un catarro, que el sistema sanitario no se está viendo tan afectado, que ya casi no se ingresa y que casi no se muere nadie... y es una idea falsa", asegura.

Según del Pozo "la presión hospitalaria en Urgencias es atroz y en atención primaria, a pesar del cambio en la estrategia para que los pacientes no acudan a no ser que tengan algún signo de alarma o alguna patología de base, tampoco se está siguiendo porque no se ha difundido claramente".

A corto plazo pinta muy mal

"A corto plazo pinta muy mal", asegura, "porque cuanto más ingresos haya y más pacientes acaben en UCI, habrá más muertes. A corto plazo la situación es mala y va a ser peor en las próximas semanas", sentencia.

Otro aspecto que destaca el director de los servicios de Microbiología y de Enfermedades Infecciosas de la Clínica Universidad de Navarra es el cambio en el perfil de los pacientes en UCI por coronavirus que ha detectado en su servicio: "Ha cambiado muchísimo. Acabo de bajar de la UCI dónde hemos intubado a un paciente de 36 años sin vacunar y sin patología previa. Ayer (por el jueves) vi en consulta a ocho pacientes de entre 30 y 50 años, no vacunados, con neumonías bilaterales. Tengo muy pocos pacientes que tengan más de 65 años. Antes, en la primera ola de la pandemia, el 80% tenían más de 70 años".

No estar vacunado posiblemente sea el mayor factor de riesgo para sufrir una infección severa por Covid-19

"Esto está cambiando también", avisa del Pozo: "El paciente no vacunado es carne de cañón para esta variante ómicron. Ya lo es el paciente con dos dosis, imagínate el no vacunado. Ahora mismo no estar vacunado posiblemente sea el mayor factor de riesgo para sufrir una infección severa por Covid-19".

La realidad que dibuja del Pozo contrasta con los mensajes de que ómicron pueda ser, posiblemente, el principio del fin de la pandemia. No se trata tanto de eso como de fijar la mirada en el ahora y en las próximas semanas o en el medio y largo plazo. Ómicron presenta dos realidades distintas. Una ligada al presente por su enorme velocidad de propagación y otra al futuro, más o menos cercano, por su menor virulencia y por la mayor inmunización de la población.

Pregunta: ¿Cómo está impactando ómicron?

Respuesta: Es la variante que mejor se transmite, con una diferencia enorme respecto a las previas, de todas las que hemos tenido hasta ahora. Tenemos bastantes datos sobre ella. En menos de un mes o mes y medio es capaz de sustituir al resto de variantes en el país en el que entra. Esto no lo habíamos visto antes. Ni con la variante británica, ni con delta ni con ninguna otra. Y eso refleja su capacidad de transmisión. Lo estamos viendo en Europa y en España con cifras de récord de contagios todos los días.

La segunda variable que tenemos que tener en cuenta es que ómicron ha pillado a la población en un estado en el que hay muchísima gente vacunada. Esto, junto con el hecho de que esta variante parece que afecta más al tracto respiratorio superior, más que al inferior, hace que hagan falta más casos de infección por ómicron para generar un ingreso.

P: Pero la situación en los hospitales empeora...

R: De cada cincuenta infectados por la variante delta había un ingreso en el hospital. Ahora hace falta que se infecten 500 personas para que ingrese una. Esto, que podría suponer una ventaja, ahora mismo es una desventaja porque las cifras de contagios están disparadas y el número de ingresos está siendo muchísimo más alto que en la segunda, tercera, cuarta y quinta olas. Pero muchísimo más alto.

Esto está condicionando que, a corto plazo, el sistema sanitario, que ya venía dañado de antemano, esté al borde de la quiebra. Las UCIs están empezando a estar desbordadas. Aquí en Navarra, por ejemplo, el 20% de las camas de UCI son para pacientes Covid y la hospitalización empieza a estar también cada vez más desbordada porque cada vez ingresan más pacientes. En Navarra el número de pacientes que ingresan cada día es el más alto de toda la pandemia después de la primera ola.

A corto plazo tenemos una situación que yo catalogaría, entre comillas, de catastrófica

La previsión, porque se puede hacer un modelo matemático, es muy mala. Y lo es porque hemos decidido que nos contagiemos todos muy rápido. A corto plazo tenemos una situación que yo catalogaría, entre comillas, de catastrófica.

P: Y a medio o largo plazo... ¿Qué cabe esperar?

R: A medio plazo ya está claro que si seguimos al ritmo que vamos toda la población, o casi toda, nos vamos a infectar en poco tiempo. Alcanzaremos un pico como se ha alcanzado en Sudáfrica, Gran Bretaña, Dinamarca y otros países... y luego va a haber un descenso muy rápido y brusco, que durará dos o tres semanas aproximadamente. Este descenso se va a producir porque al final el virus no encontrará huéspedes susceptibles a los que infectar porque: o el paciente ya se ha infectado y ha desarrollado una inmunidad, o está vacunado y ha pasado una infección muy poco sintomática y ya se ha inmunizado.

Si seguimos al ritmo que vamos toda la población, o casi toda, nos vamos a infectar en poco tiempo

Esto es lo que probablemente pase a medio plazo. Que haya una disminución de casos de manera muy brusca. Pero hay que tener en cuenta que ese gran volumen de casos va a generar muchísimos ingresos y muchísimas visitas a Urgencias en las próximas semanas.

P: ¿Y más allá?; ¿Se convertirá el coronavirus en un virus endémico?

R: El covid se está adaptando al entorno que tiene. Un virus respiratorio que salta de un animal al ser humano tiene dos posibilidades de vida. La primera es lo que ocurrió con el SARS y el MERS, que se transmitían bastante bien pero como mataban a mucha gente no consiguieron establecerse como un virus endémico.

Este SARS-CoV-2 y sus variantes sí que han conseguido dar ese paso. Ómicron es una variante que en comparación con delta, la británica y otras que hemos tenido, mata menos en números relativos. El problema es que en cifras absolutas tenemos mucha carga porque hay muchos infectados. Pero sí, en números relativos mata menos, parece que ocasiona una enfermedad menos grave y además la población ya tiene una cierta inmunidad. Por lo que esta variante está mucho más cercana a convertirse en endémica.

Esta variante está mucho más cercana a convertirse en endémica

P: ¿Mata menos porque es menos virulento o porque estamos más inmunizados?

R: Por las dos cosas. Mata menos porque es una variante menos agresiva, porque da más síntomas en las vías aéreas superiores y menos neumonías... pero mata menos también porque la población está inmunizada. En la gente que tiene tres dosis de la vacuna lo habitual es que esta infección pase asintomática o como un catarro leve.

Esos dos factores son los que influyen. De hecho en Gran Bretaña o en Sudáfrica, por ejemplo, se ha asistido a un aumento masivo de las hospitalizaciones y de las muertes no porque la variante mate más o menos o la gente esté más o menos vacunada, sino porque, en números absolutos, ha sido brutal el número de casos que han acabado en el hospital.

P: ¿Ómicron es el último truco del virus o veremos nuevas variantes?

R: ¿Aparecerán más variantes?: seguro. ¿Habrá nuevas olas?: sí. Aunque lo lógico es pensar que esas olas vayan siendo cada vez menores porque cada vez hay menos población susceptible a sufrir una infección severa por el virus.

No nos vamos a librar del coronavirus, lo más probable es que se convierta en un coronavirus estacional que ocasione cuadros catarrales leves

Lo que probablemente ocurra en un futuro cercano es lo mismo que ha ocurrido con otros coronavirus de origen animal que saltaron en su momento al ser humano, que se convierta en un coronavirus estacional que se transmite entre la población y que ocasiona cuadros catarrales leves en la mayor parte de los casos, y que en personas vulnerables, en algún caso, pueda ocasionar una infección un poco más severa.

El camino natural que tiene este virus por puras leyes biológicas es adaptarse al ser humano. No nos vamos a librar del coronavirus. Lo vamos a seguir teniendo aquí, con la variante que sea, pero se va a ir convirtiendo poco a poco en lo que estamos viendo, en un virus endémico que es capaz de ocasionar, pues lo que estamos viendo ahora.

P: ¿Pero aún puede mutar a variantes más contagiosas?; ¿O más peligrosas?

R: Este virus, quizá después de sarampión, es el que mejor se transmite, con diferencia, de todos los virus conocidos. ¿Podría surgir una variante que sea mucho más agresiva?: por supuesto que sí aparecerá. Lo que pasa es que esa variante tendrá pocas perspectivas de perpetuarse si mata a mucha gente.

Los que se están contagiando ahora en la calle es porque el virus lo transmite gente que tiene pocos síntomas o que incluso no se ha dado cuenta de que pueda tener coronavirus. Las variantes más agresivas, que matan mucho o que tienen al paciente metido en el hospital, tienen pocas probabilidades de transmitir esa variante a otros.

¿Hay margen de mejora?. La biología es caprichosa y seguro que nos puede sorprender. Pero lo razonable es pensar que quizá pueda ganar algo más en transmisibilidad, aunque ya es el virus que más y mejor se transmite junto con el del sarampión. Otra mejora indudable que tienen los virus, como el de la gripe, es ser poco agresivos o patógenos. La gripe mata al 0,1% de los que infecta. Eso es una mejora porque al virus también le viene bien matar poco porque le permite perpetuarse más.

P: Y sabiendo lo que sabemos... ¿Cómo deberíamos actuar?; ¿Cuál debería ser nuestra estrategia?

R: A corto plazo ya podemos hacer poco con los contagios. De eso ya nos hemos dado cuenta hace semanas. Hay que centrar los recursos en el paciente vulnerable y desde el punto de vista epidemiológico, de control de la enfermedad, tratar a ómicron como si fuera una gripe.

No diagnosticamos molecularmente todas las gripes que vemos. Lo que hay en todas las comunidades autónomas es una red centinela de gripe que nos permite, identificando el virus en unos pocos pacientes, saber que subtipo de virus circula y estimar el número de pacientes que hay. Esto es, posiblemente, a lo que debamos tender con el coronavirus porque nos permite tener datos, sabes lo que hay, pero no te hace falta diagnosticar a todo el mundo para saberlo. Es a lo que se ha tendido en la última semana pero por imposibilidad de hacer otra cosa.

La lástima es que esto es algo que muchos ya sospechábamos que íbamos a tener que hacer hace semanas y se ha tenido que implantar corriendo cuando se podía haber hecho con algo más de tiempo.

A medio plazo está claro que poco vamos a poder impactar porque la pandemia está desbocada y sabemos que de las medidas que tomemos hoy veremos los frutos dentro de dos o tres semanas.

Deberíamos ser algo más restrictivos de lo que somos para intentar no cargar tanto al sistema las próximas semanas

Tal y como está el sistema sanitario creo que deberíamos ser algo más restrictivos de lo que somos para intentar no cargar tanto al sistema las próximas semanas. Ya sabemos que nos vamos a infectar todos y que las cifras que tenemos ahora son brutales pero eso no quiere decir que se deje de actuar. Sería un error porque esto va a ir 'in crescendo' y es lo que ha pasado en otros países. Solo hace falta mirar a Sudáfrica o Gran Bretaña donde la situación actual es muy mala. Estamos siguiendo sus pasos.

También tenemos que cambiar la estrategia diagnóstica. Hacer pruebas a asintomáticos no tiene ningún sentido, consume recursos y satura el sistema. Eso conlleva atender peor a pacientes covid y a pacientes no covid, que también están sufriendo mucho la avalancha del coronavirus.

P: Pero ahora parece que las decisiones, como en el caso de la reducción de las cuarentenas, apuntan más a buscar un equilibrio en entre sanidad y economía que en controlar la pandemia. ¿Es posible ese equilibrio?

R: El error es pensar que si yo me quedo en cuarentena diez días no voy a infectar a nadie. Si me quedo en cuarentena 21 días no voy a infectar a nadie: cero. Pero me invalido a mi mismo 21 días. Si me quedo 14 pues voy a contagiar muy poco porque hay solo un 5% de pacientes que siguen eliminando el virus a los 14 días. Si lo bajo a siete días hay un porcentaje de pacientes que van a seguir infectando. Es un poco jugar con el equilibrio de que las cuarentenas son para disminuir la posibilidad de contagio, no para bajarla a cero.

A mi me parece razonable acortarlas dentro de una lógica, pero es importante trabajar con medidas de protección y eso es lo que te va a asegurar poder tener un equilibrio sociosanitario. Lo de Estados Unidos, cinco días, me parece un poco excesivo. Creo que es una medida tomada por la avalancha de casos que han tenido y porque si no se paralizaba el país.

Lo que nos ha faltado. Nos ha fallado siempre, en cada ola, es que no nos hemos preparado para la siguiente

Hay que intentar buscar el equilibrio. Creo que había tiempo y que no se ha hecho mucho caso a los científicos a la hora de tomar estas decisiones. Esto es lo que hay que ir previendo. Cuando uno estudia como se debe afrontar una pandemia o un brote epidémico hay cuatro fases de trabajo y la cuarta fase, que ocupa un 25% de la estrategia, es prepararse para la siguiente. Creo que eso es lo que nos ha faltado. Nos ha fallado siempre, en cada ola, que no nos hemos preparado para la siguiente. Y es parte lo que tendríamos que estar haciendo ahora, prepararnos para lo que venga después de la sexta ola.