Los españoles han ayudado salir de la pobreza a 120.000 niños indios, pero "hace falta mucho más", según Anna Ferrer

EUROPA PRESS 26/11/2014 15:02

Por ello, la organización ha presentado este miércoles la campaña para esta Navidad a fin de promover el programa de apadrinamiento de niños (por 9 euros al mes) entre los españoles con el lema 'Yo tengo el poder de cambiar el presente' y en la que han participado personalidades como Hugo Silva, Ana Pastor, Miguel Poveda, Paula Vázquez y Elena Furiase, entre otros.

La iniciativa gira en torno al símbolo indio del 'bindi' (un punto rojo que se coloca entre las cejas) y que, según ha indicado Ferrer, representa "la reactivación de la energía interior". "Queremos que cada uno mire en su interior y escuche a su corazón", ha explicado.

La viuda de Vicente Ferrer ha asegurado que, después de 45 años en India "es testigo de que la pobreza tiene solución" y ha relatado los avances en los cuatro pilares básicos de acción de la organización: acabar con la desnutrición, la discriminación por castas, y el trabajo y matrimonio infantil. "No es un sueño, aunque todavía queda mucho por hacer", ha subrayado.

En este sentido, ha explicado que los cambios en el país se realizan "poco a poco", a través de la labor de la organización y su trabajo de asistencia y concienciación dentro de la sociedad indica, dividida aún en castas en las que "naces y mueres".

"Construir una colonia de casas o una escuela se puede hacer en unos meses, pero para quitar el sentido de superioridad de las castas y la discriminación hacen falta años", según cuenta.

Aún así, en la región de Anantapur, en el estado indio de Andra Pradesh, donde trabaja la organización, la comunidad de 'dalit' (tradicionalmente situada fuera del sistema de castas y considerada como "intocable") "está cogiendo fuerza y el 100% de los niños están escolarizados durante la educación primaria". Además, el 70% realizan estudios secundarios y más de 20.000 acceden a los estudios superiores en la actualidad. "Muchas niñas consiguen esperar a terminar sus estudios antes de casarse", ha explicado Ferrer.

MATRIMONIOS TEMPRANOS, VIOLENCIA Y ABUSOS

En esta línea, la organización ha explicado el contraste entre el actual compromiso que están tomando algunas poblaciones de no permitir que sus niñas se casen antes de los 18 años, gracias a la labor de concienciación de la organización, y el problema tradicional, que aún persiste en algunos casos, de los matrimonios de niñas a los 12 o 13 años, así como la "venta" por parte de sus familias pobres a otras castas para realizar trabajos de limpieza.

En estos últimos casos, "a menudo son maltratadas física y sexualmente y a la menor sospecha de robo o de comer algo que no debían, es típico que sean castigadas a meter los dedos en aceite hirviendo", ha especificado la presidenta de la fundación.

"Todo eso ya está prohibido pero faltan años hasta que se ponga en práctica la ley", según ha indicado. De hecho, ha recordado que en algunas comunidades de la India el Gobierno solamente tiene presencia efectiva desde hace una década y la fundación no comenzó a trabajar hasta hace tres, por lo que están formadas por comunidades que viven en los bosques y en las que no se conoce ni aplica la legalidad del mismo modo.

Además, Ferrer ha explicado que lo primero es "ganarse la confianza" de las poblaciones trabajando en la promoción de la alimentación, de la educación y de la salud, en lugar de llegar y "prohibir" cosas. En la misma línea, independientemente de la prohibición legal de que las mujeres aporten una dote al matrimonio, "todos los políticos siguen manteniendo la tradición" y, en consecuencia, también la mayor parte del país.

LA CONCIENCIACIÓN ES LO MÁS IMPORTANTE

Para la viuda de Ferrer, el trabajo más importante de la fundación en el medio siglo de actividad que ha desarrollado en India es la labor de concienciación a través de los "miles y miles" de talleres sobre "cualquier tema" en las poblaciones en que actúa.

"Casi cualquier cuestión que se pueda pensar hemos impartido talleres sobre eso, desde derechos de las personas con discapacidad, de las mujeres de las castas inferiores, sobre violencia de género, alimentación, salud, trabajo infantil, educación, matrimonio temprano...", ha explicado.

0,19 EUROS POR 18 HORAS DE TRABAJO INFANTIL

En el campo de la lucha contra el trabajo infantil, la escolarización en las zonas en que trabaja la fundación ha permitido avanzar hacia la erradicación de la explotación de los menores, aunque la organización ha recordado que, en todo el país, un total de 13 millones de niños se ven obligados a trabajar para subsistir, de los cuales el 75 por ciento trabajan en condiciones peligrosas. Para estos niños, las jornadas laborales duran en torno a 18 horas y su jornal medio es de 0,19 euros.

La infancia en India sufre también un problema generalizado de malnutrición y retraso en el crecimiento entre las castas más bajas y las familias pobres, debido a la "malísima calidad" de los alimentos, el desconocimiento y lo "mucho que pica" su comida, según ha explicado Ana Ferrer.

"Los niños están sanos y son iguales que los demás mientras se alimentan de leche materna, pero, a partir de que empiezan a comer, a los nueve meses hay muchísima diferencia", ha explicado. Pese a ello, ha lamentado que los programas de lucha contra la malnutrición del gobierno indio "unos días funcionan y otros no" y que, por lo tanto, "comer bien de vez en cuando no sirve de nada".

"Muchas veces llega gente enferma a los hospitales que parece que se va a morir y solo con comer bien unos días antes de empezar el tratamiento mejoran muchísimo", ha asegurado Ferrer.

UN CASO DE APADRINAMIENTO

En este contexto, la presidenta de la cadena de supermercados DIA, Ana María Llopis, ha explicado que apadrinó hace años a una niña a la que sus padres decidieron casar a los 12 años.

"La fundación nos preguntó a mi marido y a mi si aún así queríamos continuar apadrinándola y dijimos que sí, pero con la condición de que le dejasen terminar los estudios aunque estuviera casada".

Llopis ha explicado que cuando visitó la India recientemente preguntó por su ahijada y le dijeron que era maestra en una escuela de la fundación. "Fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida --ha asegurado la empresaria-- y hay niños y niñas que llegan aún más lejos y estudian en la universidad y trabajan en grandes empresas".

Por ello, se ha sumado a la invitación de la fundación para participar en el programa de apadrinamiento y ha asegurado que su marido y él, tras terminar de apadrinar a la primera niña, "han apadrinado dos más".