El chico, Brendan Jordan, acumuló en compra tras compra, al adquirir juegos y accesorios para su consola. Meses después le han llegado las facturas a la madre de la criatura.
La mujer se ha quejado tanto a Microsoft, como a su banco y critica que ambos se pasan el problema sin resolverlo. "1.000 euros no serán mucho para Bill Gates pero para una madre soltera es un montón de dinero que no puedo pagar", dijo Dawn Matthews.
Microsoft, por su parte, aseguró que tiene controles para que los padres puedan saber lo que hacen sus hijos y así evitar estas sorpresas. Sin embargo, la mujer criticó a la multinacional por hacer tan accesible y fácil la manera de gastar dinero.
"Estas compañías deben tener alguna responsabilidad", ha explicado la madre. Ella accedió una vez con su tarjeta de créditos a la cuenta de Xbox online hace 18 meses para pagar el abono al juego favorito de su hijo Brendan.
De ahí que sus datos quedaran registrados y el chico solo tuvo que acceder para irse de compras sin preguntar mucho y sin tener noción de lo que gastaba.
La madre explicó que Brendan sabe las tablas de multiplicar, pero que no fue hasta que ella le detalló todas las compras y gastos que el niño se dio cuenta de cuanto dinero había consumido.
"Cuando se lo enseñé comenzó a llorar, se desconectó de la consola y me dijo que no jugaría más", contó Matthews.
"No le he castigado porque se siente bastante mal y sé que no lo volverá a hacer. No se puede dar la responsabilidad de todo a un niño" explicó la exasperada madre.
Un portavoz de Microsoft afirmó que con "más de 30 millones de clientes de Xbox LIVE en todo el mundo las quejas de este tipo son extremadamente raras".