La orden de puesta en libertad de los militares fue firmada por el ministro de Justicia, Raúl González, después de que la presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, les conmutara la pena de cadena perpetúa que cumplían en el presidio de Bilibid, al sur de Manila.
González dijo en conferencia de prensa, que la viuda de Aquino y ex presidenta de Filipinas, Corazón Aquino, había dirigido a la actual mandataria una carta mediante la que perdonaba a los condenados por el asesinato de su marido.
Un total de 16 soldados implicados en el asesinato de Aquino, fueron condenados en septiembre de 1990 a cadena perpetua, de los que tres fallecieron estando encarcelados, y el resto recibieron el perdón presidencial en razón a su precaria salud o buen comportamiento.
Ninoy" Aquino, líder de la oposición contra el dictador Ferdinand Marcos, fue asesinado el 21 de agosto de 1983 en la pista del aeropuerto de Manila cuando regresaba de un exilio de casi tres años en Estados Unidos.
El tribunal filipino "Sandiganbayan" absolvió a otras veinte personas que habían sido implicadas en el asesinato, entre ellas el ex ministro de Turismo y ex congresista Jose Aspiras.
La muerte violenta de Aquino fue el detonante de la caída, en 1986, del régimen de Marcos, quién tres años después falleció en su exilio de Hawai.