Según ha informado la Consejería en un comunicado, se trata de una medida "coyuntural", que implica que la aportación de la Generalitat se haya reducido de los 1.600 euros por plaza del curso pasado a 1.300 del presente curso hasta los 875 del próximo curso.
De este modo, la mayoría de las familias deberán aportar el 50% del coste, mientras que la Generalitat y los ayuntamientos aportarán el resto a partes iguales --25% cada uno--.
Este planteamiento es posible después de que la Generalitat haya realizado un estudio sobre el coste de las plazas de guardería --sobre el que actualmente reinaba la disparidad entre ayuntamientos--, situando su precio en 3.420 euros por alumno y año y sin contar servicios complementarios.
La Consejería ha expuesto este planteamiento en la comisión mixta que reúne a las asociociaciones municipalistas que, no obstante, mantiene el criterio de un precio según la renta en los casos de familias desfavorecidas.
En estos casos, las familias contarán con becas y ayudas que deberán afrontar la Generalitat y los ayuntamientos.
Aunque esta comisión continuará con sus reuniones, la Generalitat defiende que las propuestas anunciadas permitirán a las administraciones locales poder dar la cifra que deben pagar las familias el próximo curso.