La FNCP se propone para 2016 conseguir un nuevo y despolitizado Pacto Nacional de Sanidad

EUROPA PRESS 13/01/2016 11:33

Este nuevo pacto deberá garantizar unos presupuestos reales, ajustados a las necesidades asistenciales de la población, sin que su infrafinanciación ponga en peligro la prestación de un derecho fundamental y constitucionalmente protegido como es el 'derecho a la protección de la salud'.

Según la presidenta de la FNCP, Cristina Contel Bonet, "el cumplimiento de este y el resto de retos requiere un ejercicio de corresponsabilidad, voluntad decidida y generosidad por parte de todos los agentes implicados en su consecución, en aras de mejorar un sistema sanitario que nos incumbe a todos los ciudadanos".

La lista de propósitos de la FNCP continúa con la optimización de los recursos sanitarios de España; la apuesta por la calidad asistencial y la seguridad del paciente; el fomento del Turismo de Salud; y la potenciación de la colaboración público-privada.

El respeto al derecho de elección del ciudadano a tratarse en un centro público o privado; un Programa Sociosanitario para garantizar la asistencia del paciente crónico a un coste cinco veces menor; la facturación de los servicios asistenciales a partir de sus 'costes reales'; y la apuesta por las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) también se encuentran dentro de los objetivos de la FNCP para 2016.

MODELO MUFACE

La Federación también se ha propuesto implantar un sistema efectivo de interoperabilidad a nivel nacional, que permita al ciudadano tener a disposición sus datos allí donde quiera ser atendido; reconducir y potenciar los planes de formación de los profesionales sanitarios a partir de las necesidades del sector; y actualizar y expandir el modelo de Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (MUFACE);

Por último, también controlar la facturación de las Comunidades Autónomas para que se haga de acuerdo a los precios públicos; desarrollar planes de estrategia sanitaria de la Unión Europea; ver a la sanidad como una inversión y no como un gasto, como un sector de creación de riqueza; y la transversalidad de la sanidad mediante la creación de sinergias con sectores como la dependencia o el sector farmacéutico.