Las medidas de la DGT frenadas por las elecciones y las que pueden sobrevivir con un decretazo

telecinco.es 18/02/2019 16:03

Usar el teléfono móvil sin el modo manos libres supondría la pérdida de seis puntos y no emplear el casco, cinturón o sistema de retención infantil costaría cuatro puntos. Pero ahora el adelanto electoral truncará estas medidas ya que la modificación debe ser aprobada en el Parlamento y este se disolverá el próximo 5 de marzo, por lo que no podrá llevarse a cabo.

El borrador de la ley contemplaba otros cambios como la bajada del límite de velocidad a 30 km/h en la mayoría de calles, la formación en autoescuela para recuperar los puntos perdidos, la bonificación con puntos para los conductores que no cometan infracciones durante un plazo de tiempo establecido o la implantación del límite de 25 km/h a los patinetes quedan en el aire aunque podrían aprobarse con reales decretos.

A tiempo para poner el límite de velocidad en 90km/h

No obstante, la Dirección General de Tráfico (DGT) llegó a tiempo para implantar el límite de velocidad de 90 km/h en las carreteras convencionales para coches, motos y autobuses, que entró en vigor el pasado 29 de enero. La DGT pretendía poner en marcha este primer semestre del año un paquete de medidas para revolucionar la movilidad en España con el fin de frenar la "violencia vial", como define la siniestralidad el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. La única que ha conseguido ver la luz es igualar a 90 km/h el límite de velocidad para coches, motos y autobuses en todas las carreteras convencionales (es decir, de un carril por sentido y sin desdoblar), lo cual entró en vigor el pasado 29 de enero.

Sin embargo, Tráfico trabaja en más iniciativas que van desde penalizar más a quienes usen el móvil al volante y no lleven puesto el cinturón de seguridad hasta bajar el límite de velocidad 30 km/h en la mayoría de las calles, obligar a ir ocho horas a la autoescuela para sacarse el carné y regular los patinetes para que vayan como mucho a 25 km/h por la calzada.

Lo que seguro que no verá la luz será el anteproyecto de ley por el que modifica el texto refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, en el que viene trabajando la DGT en los últimos meses y que no saldrá adelante porque necesariamente tendría que ser aprobado en el Parlamento, pero las Cortes Generales se disolverán el próximo 5 de marzo.

El texto incluye modificaciones puntuales del permiso por puntos. Así, conducir utilizando el teléfono móvil con la mano supondría perder seis puntos (por los tres de ahora), con lo que esa conducta se equipararía a conducir borracho o drogado, negarse a hacer la prueba de alcohol o drogas, conducir de forma temeraria, ir a más del 50% del límite de velocidad o conducir con vehículos que lleven inhibidores de radar. También se incrementaría la detracción de puntos por no llevar puesto el cinturón de seguridad, el casco o el sistema de retención infantil, que pasarán de tres a cuatro puntos menos en el carné.

Además, el anteproyecto de ley premiaría a los conductores que superaran un curso de recuperación parcial de puntos (de los seis actuales a ocho) y a los que hicieran un curso de conducción segura (dos puntos más en el carné), en tanto que se unificaría el plazo para recuperar ocho puntos tras hacer un curso de recuperación parcial (ahora son dos o tres años en función de si se ha cometido alguna infracción grave o muy grave).

Las medidas que pueden tener luz verde con un real decreto

Por otro lado, limitar la velocidad genérica de las calles de un sentido de circulación a 30 km/h, obligar a ir ocho horas a clase en la autoescuela para sacarse el carné y regular los patinetes y otros vehículos de movilidad personal para que no circulen por las aceras ni por las carreteras podrían ver la luz si son aprobados por el Consejo de Ministros, puesto que se adoptarían mediante reales decretos y se evitaría su tramitación parlamentaria.

Uno de los reales decretos se refiere al ámbito urbano y supondría modificar el Reglamento General de Circulación para que el límite de velocidad baje de 50 a 30 km/h en las calles de un único carril o de un carril por sentido, que son la mayoría de las que conforman las ciudades, y el Reglamento General de Vehículos para regular los vehículos de movilidad personal (entre ellos los patinetes) con el fin de que no puedan ir por las carreteras ni por las aceras, su límite máximo sea de 25 km/h y necesiten de un certificado de circulación específico.

Y el otro implicaría reformar el Reglamento General de Conductores, de manera que las personas que quieran obtener cualquier permiso de conducir tendrían que estar obligadas a recibir ocho horas presenciales de formación en la autoescuela, algo que la DGT quiere impulsar para evitar que los futuros conductores se saquen el carné haciendo test en casa o mediante cursos 'online'.