Mark Goddard, de 44 años, en dos semanas hizo una guillotina con un hacha, alambres y un poste de madera. El hombre quiso amputarse la mano izquierda con la esperanza dejar de sufrir los fuertes dolores que padecía desde que tuvo un accidente de motocicleta a los 28 años, detalla el Daily Mail.
El sujeto es el dueño de un taller mecánico, pero en 1998 sufrió el daño permanente de los nervios de su brazo izquierdo, y tras 16 años de dolor decidió "operarse" él mismo, aunque los médicos le decían que su miembro superior estaba sano.
"No tendría que haber llegado a semejante extremo para detener el dolor", opina enfurecido el hombre 10 días después de guillotinarse la mano y quemarla en un cubo para evitar que se la implanten.
"Me la corté porque me dijeron que no podían amputar un brazo con una mano sana. Así que me la quité y ahora no tienen excusas para no operarme", explica el hombre, quien tiene pensado volver a amputarse el brazo si los médicos no le operan antes de diciembre de este año.