El cuerpo de Dianne Hanna, de 57 años, fue encontrado en su propia casa en la ciudad de Grafton (Australia) tras dos semanas de descomposición. Tras descubrir el cadáver, sus tres hijos han tenido que lidiar con la tarea de limpiar los fluidos corporales de su difunta madre, un suceso que aseguran "les marcará de por vida".
Según han informado en declaraciones recogidas por 'Daily Mail', el hallazgo se produjo el pasado 8 de noviembre, cuando un amigo acudió al domicilio de la mujer para cortar el césped y se encontró con el cuerpo.
"Se dio cuenta de que había cosas raras, como que los cubos de basura estaban vacíos, y mi madre siempre tenía la casa inmaculada". Después, relata su hija mayor, percibió "cierto olor".
Tras enterarse de la triste noticia por su tío, Katherine, aún en estado de 'shock' por lo sucedido, se puso a limpiar la casa de forma apresurada "para que mis hermanos pudieran venir y llorar a su madre".
A la joven le siguió una ardua tarea de limpieza y unos momentos difíciles. "Hay partes oscuras de nuestras mentes que evitamos y tememos porque no sabemos lo que hay allí" -explicó- "Ahora siento como si supiera exactamente qué hay en ese espacio oscuro en el fondo de mi mente: la habitación donde estaba mi madre en sus últimos minutos".
Antes de hacerlo por ella misma, Katherine pidió a las autoridades si podían ayudarle con la limpieza de la casa, pero los agentes le explicaron que eso era "su responsabilidad", por lo que la joven ha abierto una campaña de recaudación de fondos en GoFundMe para poder pagar un servicio de limpieza que se encargue de ello.