En una charla con periodistas junto al andén donde permanece el convoy siniestrado, Lidia G. ha explicado que considera que ha tenido suerte, ya que la gravedad de las heridas hubiera podido ser mayor; a ella no la han tenido que trasladar a un centro hospitalario.
El accidente, ocurrido sobre las 7.28 horas al chocar el tren al final de la vía del andén número 11, ha dejado una cincuentena de heridos leves y uno grave --con una contusión pulmonar--, y la mayoría de ellos han sido trasladados repartidos entre varios centros hospitalarios de la capital catalana.
Pese al siniestro, los trenes han continuado partiendo de la estación aunque los cuerpos de seguridad mantienen acordonada la zona del hall entre la vía 9 y la 12 donde permanecen sanitarios del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y operarios de Adif.
La parte frontal del tren de Rodalies accidentado permanece cubierto por una lona azul, mientras numerosos periodistas continúan en las instalaciones; en el exterior, la policía mantiene acordonada y cerrada al tráfico el tramo de la avenida Marquès de l'Argentera entre el parque de la Ciutadella y Pla de Palau, aproximadamente.