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Tres mujeres heridas, árboles caídos, puertos cerrados, vías cortadas y muchos desperfectos son algunos efectos de la borrasca Karine que mantiene en alerta a todo el país salvo Canarias, por vientos de hasta 120 kilómetros por hora y olas de 6 metros además de lluvia y nieve, aunque ya amaina.
Prueba del revuelo que ha ocasionado la borrasca en Cervera, Lérida, es su polideportivo. La cubierta casi desintegrada y los restos más volátiles desperdigados por el municipio... Esta mañana, las rachas de viento han alcanzado los 100 kilómetros por hora. Imposible para los puestos de mercadillo mantenerse en pie.
En Gerona el viento ha aminorado su marcha a 70 kilómetros por hora y, aun así, ha dejado un mordisco en una tejada en Canet de Adri. Los efectos de Karine dejan árboles arrancados y sombrillas perdidas por las calles. El vendaval pone también en aviso naranja a toda la costa de Cataluña. Una comunidad que hoy se tambalea.
También incidencias en buena parte de la provincia de Valencia, por rachas de más de 100 kilómetros por hora. Impresiona ver la fuerza del viento, pero también oírla. Árboles han aplastado a varios coches en Paterna, otros caídos encima de edificios en Sagunto. En la A-7, a la altura de La Alcudia, un golpe de viento lanzaba a un camión al lateral. Sólo el quitamiedos impidió que cayera al vacío.
Muros derribados, como el de una guardería en Valencia ciudad en la que no ha habido heridos. Se han suspendido algunas clases, cerrado el puerto y algunos parques. También han retirado las luces de las fallas y se ha suspendido la Mascletá de esta tarde de lunes.
De momento, hay tres heridos por culpa de las rachas. Dos mujeres en Gandía por la caída de una plancha metálica de una valla, y otro más en Oliva.
Para mañana, las alertas se reducen en su mayoría al oleaje que persistirá en el litoral norte, nordeste y en Granada, en donde las olas podrían alcanzar 4 metros de altura, frente a los 6 metros previstos hoy en el Cantábrico.